Aunque poco tengan ya que decir en el desenlace de la temporada, los Timberwolves (16-64, compartiendo peor récord del año con los Knicks) siguen instruyendo a su joven camada. Sin Kevin Garnett, Ricky Rubio, Gorgui Dieng, Nikola Pekovic o Anthony Bennett, todos ellos lesionados, el equipo que dirige Flip Saunders enfoca cada partido como un entrenamiento al máximo nivel. Poco importa la victoria.
En tal tesitura, Zach LaVine consiguió ayer el mejor registro anotador de su joven carrera: anotó 37 puntos en la derrota de su equipo (110-101) ante los Golden State Warriors.
El base de Minnesota empleó para ello una tarjeta personal de 13 de 21 en tiros y 6 de 10 en triples. Además, aportó 9 rebotes y 4 asistencias.
Curry no para
Por Golden State, Stephen Curry continúa su cruzada para cerrar el debate en torno a MVP. El jugador de los Warriors hizo 34 puntos, repartió 7 asistencias y robó 4 balones.
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Sin descanso
Por otra parrte, Steve Kerr no está considerando oportuno dar descanso a sus jugadores, con la primera plaza de la conferencia y de toda la NBA asegurada, antes de los Playoffs. Ni Curry, inmerso en la lucha por ser el mejor jugador del año, ni Klay Thompson, ni Draymond Green, ni Andrew Bogut o Andre Iguodala están viendo reducidos sus tiempos en pista.
El técnico da prioridad, pues, a mantener el buen momento de juego y resultados que al descanso mismo. «Parecía como que no funcionábamos del todo. Puede que éstas sean dos semanas para conocer nuestro lugar, no sé. Solo no estábamos finos», dijo Kerr después del partido ante los Wolves.