Es uno de los cuatro agentes libres sin restricciones que tendrá Boston a partir del 1 de julio. Y el candidato número, junto con Marcus Smart, a optar a un buen sueldo en los Celtics. Las opciones de los otros, Shane Larkin y sobre todo Greg Monroe, son menores, pero Aron Baynes es una pieza codiciada para los Celtics. Y él quiere seguir.
Para Baynes “un privilegio”
Eso es lo que considera el pívot australiano que sería continuar en el TD Garden para la 2018-19, en declaraciones recogidas por Boston Globe. Baynes, que acaba contrato, ha percibido 4,3 millones de dólares este curso. Obviamente, sus prestaciones apuntan a una renovación que de darse, debería ser más cuantiosa. En Boston trabajan con la calculadora, porque ya tienen 107 millones de dólares comprometidos de cara al siguiente curso. Y Smart, por ejemplo, ha apuntado que merece unos 14 millones anuales.
Baynes también se hace valer. “Quiero más papel y quiero contribuir más al equipo. Esa es siempre una de esas grandes cosas. Esa fue una de las razones principales para venir aquí. Y luego, la familia. Definitivamente hay que cuidar de ellos. Y también la situación de la vida”. No parece que se vaya a conformar con poco el australiano, pieza importante en los playoffs, en su primer curso con los Celtics, destino al que llegó procedente de los Pistons.
Un nuevo triplista
Baynes, de 31 años y seis temporadas ya en la NBA, con el anillo de 2014 con los Spurs en su haber, ha promediado en Boston 6,0 puntos, 5,4 rebotes y 1,1 asistencias en 81 partidos de Temporada Regular. En playoffs, 6,0 puntos, 3,2 rebotes y 1,0 asistencias. Notable ha sido su salto adelante en el triple, distancia en la que ha mostrado un mayor acierto procedente de un mayor volumen de tiro. Hasta la 2017-18, Baynes apenas lanzaba desde la distancia. Luego, en esa Temporada Regular 2017-18 firmó un 3/21 (había lanzado 7 triples previamente en el cómputo total de su carrera). En playoffs, increíble mejoría: 11/23. El nuevo baloncesto, la supervivencia y la capacidad de crecer de Baynes. Y todo eso se deberá reflejar en su renovación. Si llega.
La liga ha cambiado significativamente con respecto a esos años, cuando ser un tweener, un jugador intermedio que puede jugar en dos posiciones y con diferentes habilidades, tenía una connotación negativa.