No quieren dejar ni una sola grieta. Con el exterior aún mejorando el de la pasada temporada (con la llegada de Hayward y a pesar de la salida de Bradley) el juego interior de los Boston Celtics era criticado por su ineficacia defensiva, especialmente a nivel de intimidación y rebotes. Hasta el momento habían salido jugadores como Olynyk y Zeller y aterrizado recambios como Ante Žižić, Marcus Morris y Daniel Theis. Ahora ha llegado un verdadero especialista en hacer titubear tanto al penetrador como al posteador.
Aron Baynes, tras haber subido de estatus gracias a sus dos temporadas en Detroit Pistons, elevando perceptiblemente su rol respecto al que desarrollaba en San Antonio al servicio de Gregg Popovich, se une a las huestes de los Boston Celtics en el objetivo imparable de convertirlos en una alternativa realmente seria en el Este. Su fichaje será por un año, informa Shams Charania en The Vertical, a cambio de un salario de 4,3 millones de dólares.
El pívot australiano —con un impacto relativamente inferior al del año anterior— ha jugado 75 partidos este curso con el conjunto de la Motown, entregando una hoja de servicios de 4,9 puntos, 4,4 rebotes (1,5 ofensivos) y 0,5 tapones en 15,5 minutos de juego.