Ben Simmons admite ser incompatible con el juego de Joel Embiid

Ni todos los agasajos de la ciudad de Philadelphia han conseguido ablandar el corazón de Ben Simmons. Después de un verano en el que se ha repetido por activa y por pasiva que el australiano no encaja en un equipo donde la estrella es Joel Embiid, el Media Day de los Sixers fue un cúmulo de piropos hacia el que todavía es su jugador. Destacando por encima de todo la declaración de amor del pívot camerunés. Pero si hace unos días Simmons daba plantón a la expedición a Los Angeles que planeaba el equipo para convencerle de quedarse, hoy ha zanjado que él y Embiid no pueden convivir en cancha.

El encargado de filtrar esta sentencia ha sido Sam Amick a través de un artículo en The Athletic en el que desglosa la situación de la relación entre jugador y franquicia. Para empezar, el jugador habría calificado de absurdas las declaraciones de Daryl Morey que abogaban por la reconciliación apelando a la de Aaron Rodgers y los Packers en la NFL. Sin embargo, el germen de su actitud está en el convencimiento de Simmons de que su carrera será mejor lejos de Joel Embiid. El australiano cree que su juego se verá favorecido sin una presencia que bloqueé los pasillos internos que Simmons necesita. Obviamente las supuestas declaraciones no son un tema personal, sino meramente deportivo.

También resulta interesante el contexto en el que el base afrontó esta temporada y que viene a explicar que no todo se debe al episodio posterior a la eliminación contra Atlanta Hawks, aunque este sí fue la gota que colmó el vaso. Al parecer, cuando aún existían rumores sobre el posible paradero de James Harden, Simmons estuvo muy cerca de comprar una casa en Houston a sabiendas de que Morey priorizaría la llegada de La Barba. Obviamente, esta no se acabó dando, y el australiano volvió a la rutina sin esgrimir queja alguna a pesar de estar descontento con el rol que Rivers le había otorgado.

Tenga o no razones para cerrarse en banda, cada día queda más claro que la decisión de Simmons es firme. Cada intento de los Sixers por poner tiritas a la situación recibe una respuesta en seco del australiano, así que más vale que en Philadelphia se vayan preparando para la inminente guerra.

(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)


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