Cuando un problema se estanca, cada cierto tiempo toca corroborar si todo sigue igual. Es el caso del asunto Ben Simmons, en el que nada avanza desde hace meses más allá de un pico de atención dada la proximidad del cierre de mercados de traspasos. Alrededor del australiano se suceden decisiones, reuniones y charlas que dejan la situación exactamente igual que estaba antes de acometer las mismas. De este modo Ramona Shelburne, periodista de la ESPN, ha tenido contacto con el entorno del jugador y asegura que Simmons está preparado para no jugar en lo que resta de temporada. Una novedad que no es tal.
Tampoco cabe ser demasiado cínicos, ya que la información sí conlleva detalles que podríamos ignorar. Según Shelburne, es obvio que el primer deseo del base es ser traspasado y comenzar un nuevo capítulo deportivo lejos de Philadelphia. Sin embargo, las jornadas no transcurren sin dejar mella, ni siquiera para un joven multimillonario como él. Ben echa de menos el baloncesto, y está siendo duro renunciar a él. Más allá de lo económico, en lo mental. Por ello, en palabras de la periodista, una de los principales ejercicios que Simmons realiza en terapia es hacerse a la idea de no regresar a las canchas al menos hasta que finalice el presente curso.
Como mencionaba, lo único tangible que existe al respecto es pura rumorología o conjeturas varias. Los hay que han dicho que la intención de los Sixers era convencerle para que volviese a jugar en caso de no encontrar un traspaso. Cada poco aparecen nuevas vías de intercambio para darle salida a este embrollo. Por el momento humo. Lo que nos muestran los hechos, la única realidad factual, es que la relación entre Simmons, Morey y los Sixers no ha avanzado un ápice desde hace meses. Puede que el general manager prospere en sus negociaciones con el exterior, pero no con el jugador, que prefiere mandar a Rich Paul como vocero.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)