Parecía que candidato sólo había uno. En cuanto Mike Krzyzewski anunció que dejaría la selección de los Estados Unidos en cuanto finalizaran los JJ.OO de Río de Janeiro, todas las miradas apuntaron al mejor entrenador de la NBA, Gregg Popovich.
Sin embargo, Pops se encuentra en San Antonio como en una mecedora, por lo que, en caso de que rechazara tan suculenta oferta, ya se estudian otras alternativas. El mejor situado, si Pops no se sube a este tren, parece Tom Thibbodeau quien, a pesar de haber salido de los Bulls con un sabor agridulce, conserva su buena fama de entrenador estricto y con gran pizarra defensiva. Y lo más importante: está soltero, sin compromisos deportivos.
Pero hay otro nombre que, a pesar de comandar actualmente vestuario en la NBA, se ha empezado a murmurar. Es muy joven todavía, sin embargo parece ser que no se lo pensaría dos veces a la hora de sucumbir a la llamada de la selección.
Brad Stevens, técnico de los Bostons Celtics, sólo tiene 39 años y toda la carrera en los banquillos por delante. No obstante, según Marc D’Amico, de Celtics.com, la tentación de dirigir al combinado nacional le resultaría irresistible. «Diría ‘sí’ antes siquiera de que ellos pudieran formular la pregunta por sus bocas», asegura el periodista.
Experiencia con la selección
Para Stevens, a pesar de no alcanzar los cuarenta, estar al frente del combinado no sería algo totalmente nuevo. Tal como nos recuerda A. Sherrod Blakely, de CSN Northeast, un Brad aún más joven ya fue técnico asistente del equipo universitario del Team USA que participó en 2011 en el World University Games.
Este torneo tuvo su primera edición en el año 1965, y el conjunto americano se ha llevado el oro en 13 ocasiones desde entonces. Aquel año (cuando en la Universidad tenía a su cargo a un tal Jimmy Butler) con Stevens en el staff, tdirigió a otro chaval, ahora estrella, que también tendría serias posibilidades de asistir al Mundial de 2020, Draymond Green.