Las aguas en Portland siguen revueltas por la incertidumbre que se ha formado en torno a la continuidad de Damian Lillard. Ahora mismo, la estabilidad del proyecto se tambalea ante las dudas que ha dejado su estrella sobre su futuro próximo. Lo cual puede explicar que Carmelo Anthony, que hace unos meses mostraba su intención de terminar sus días como profesional en Oregón, se vaya a dejar querer en las próximas semanas, y los Lakers de su amigo LeBron surgen como uno de los destinos más factibles para el futuro miembro del Salón de la Fama.
La franquicia angelina no ha sido la única que ha mostrado interés en el alero, pues también existen rumores sobre la vuelta de Anthony a los Knicks. Sin embargo, los Lakers le ofrecen una oportunidad de perseguir el anillo que, en principio, Nueva York no le puede poner sobre la mesa. A sus 37 años, Carmelo no va a tener muchas chanzas mejores que estas para lograr un título.
Por su parte, la franquicia estaría muy interesada en estudiar la llegada de Melo. Desde que los Blazers le recuperaron para la causa hace aproximadamente año y medio, Anthony ha demostrado poder adaptarse a un rol secundario. Renunciando al gran volumen de aclarados que ha sido siempre marca de la casa y registrando los mejores porcentajes de su carrera desde la línea de tres —40,9% en la pasada temporada—, ejecutando la mayoría de sus acciones inmediatamente después de recibir abierto. Si bien ya queda poco del jugador ofensivamente diferencial que fue, su actual versión encaja perfectamente en las necesidades actuales de los Lakers.
Debido a la llegada de Russel Westbrook, el equipo de Frank Vogel ha quedado casi desierto, obligado a moverse mucho en la entrante agencia libre para perfilar su roster. El perfil de sus jugadores hace que los de oro y púrpura necesiten como el comer de tiradores que abran la cancha, perfil que el actual Carmelo cubre notablemente. Hagan lo que hagan, los Lakers van a situarse muy por encima del impuesto de lujo, pero su situación les permite pagar el mínimo de veterano que el alero ha cobrado durante la pasada temporada. Además de seguir quedando hueco para diversas renovaciones y una mid-level exception de 5,9 millones de dólares.
James y Anthony son amigos desde antes de su llegada a la NBA y durante sus carreras se ha rumoreado una posible unión entre ambos. Los Angeles Lakers ya se interesaron por él en la pasada pretemporada, pero la confianza que Portland había depositado en él no dejaba lugar a la especulación. Unos cuantos meses después, la inestabilidad de la cultura aposentada sobre la figura de Damian Lillard alinea los astros más que nunca para que el número 1 y 3 del draft de 2003 unan fuerzas.
(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)