Parece poco probable que Cole Anthony pueda jugar la próxima temporada en su Nueva York natal. Según informa el diario NY Post, el base formado en North Carolina solo interesaría a los New York Knicks si finalmente cayera hasta la posición número 27 del Draft 2020 que tendría lugar el próximo 18 de noviembre.
Anthony, que estaba considerado una de las mejores promesas del High School norteamericano, ha visto como su caché ha caído numerosas posiciones tras un año discreto en los Tar Heels dirigidos por Roy Williams. Su principal problema es que tiene cuerpo de base, pero no está catalogado como tal. Un ejecutivo del Draft anónimo así lo atestigua.
«No soy un gran admirador. Lo puedo ver al final de la primera ronda, e incluso al principio de la segunda. Hay una creatividad limitada en su juego y en su manejo de balón. No es un gran armador del juego y abusa del lanzamiento exterior. Para nuestra liga es más un escolta, pero con un físico limitado», dijo al citado diario.
El hijo del ex jugador Greg Anthony, quien precisamente iniciara su carrera en los Knicks (1991-95), ha disputado 22 partidos de la NCAA con unos promedios de 18,5 puntos, 5,7 rebotes, 4 asistencias y 1,3 robos con un 38% en tiros de campo y un 34,8% en triples.
«A veces escuchas ese tipo de comentarios, que es muy egoísta, y yo niego con la cabeza lo que hizo en Oak Hill. En cuanto a mejorar a otros jugadores, apuesto todo el dinero de mi cuenta bancaria a que termina el año como el mejor base del Draft. Le hubiera gustado finalizar el curso como el mejor pasador. Realmente es un asistente dispuesto a ello», explicó su entrenador personal Chris Brickley.
A pocos días del inicio del Draft 2020, la gerencia que comanda Leon Rose buscará seleccionar a un base. Prácticamente descartado LaMelo Ball, han sonado con fuerza Tyrese Haliburton, Killian Hayes y Tyrese Maxey. Los Knickerbockers cuentan con las elecciones número 8º, 27º y 38º respectivamente.
(Fotografía de portada: Jared C. Tilton/Getty Images)