Zach LaVine podría ser el siguiente en debutar con su nueva camiseta, tras la puesta de largo que tendrá lugar este martes 2 de enero por parte de Isaiah Thomas con los Cavaliers. LaVine, traspasado en junio desde Minnesota a Chicago, en la operación que envió a Jimmy Butler a los Timberwolves, lleva sin jugar desde febrero de 2017, cuando con la camiseta de los Wolves cuando se produjo un desgarro en el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Desde entonces no ha jugado ni un minuto oficial en la NBA y, por tanto, no ha podido vestirse de corto para competir con los Bulls.
Vuelta cercana
Sin embargo, el tiempo de espera va a terminar pronto. LaVine ha sido asignado varias veces a los Windy City Bulls, de la G League, y los dos entrenamientos recientes que ha realizado con el equipo han sido muy satisfactorios.
“Ha tenido dos entrenamientos largos con ellos (Windy City Bulls) y no han existido complicaciones. Lo ha llevado bien. Mañana (por hoy, 2 de enero) tendrá otra oportunidad”, apuntó Fred Hoiberg, en declaraciones publicadas por los propios Bulls.
Número 13 del Draft de 2014, LaVine ha jugado 206 partidos en la NBA, todos con los Wolves. Sus promedios son de 13,7 puntos, 2,9 rebotes y 3,2 asistencias en 28,9 minutos. Acaba contrato este verano, toda vez que los Bulls decidieron esperar a 2018 para plantear qué hacer con su futuro. Como agente libre restringido que será, al salir de su acuerdo firmado en 2014 bajo la escala salarial de rookie, tendrá una oferta cualificada de 4,4 millones de dólares para la 2018-19. Aunque lo lógico es que un jugador con este potencial suscriba un acuerdo de más años y más dinero, ya sea con los Bulls o en otro destino.