Va quedando menos para el deadline de traspasos (6 de febrero) después del que quedarán definidas las plantillas de aquí a final de temporada, excepto los posteriores nombramientos de diez días.
Uno que quiere cambiar de aires antes de la fecha límite es Dewayne Dedmon, pívot de los Sacramento Kings. El jugador desearía salir del equipo de la capital de California en las próximas semanas, tal como pudo hacerse eco el periodista Shams Charania (The Athletic).
Algunos equipos se encuentran al corriente ya de esta situación y estarían tratando de negociar con los Kings para conseguir un refuerzo interior como el de Dedmon, que esta temporada promedia 4,8 puntos y 3,8 rebotes en algo más de 13 minutos de media en cancha. Su incidencia en el equipo que dirige Luke Walton es escasa, cada vez más, habiéndose quedado sin jugar un solo minuto en alguno de los últimos compromisos del equipo.
Esa falta de protagonismo sería lo que habría llevado a Dedmon a querer salir de Sacramento, donde posee todavía dos temporadas más de contrato (hasta junio del 2022) a cambio de un salario de 13,3 millones de dólares, el que firmó este pasado verano.
Cada vez menor hueco
No es un contrato ganga el de Dedmon, no contando sus 10,8 tantos el pasado curso (en Atlanta) como el tope de su carrera. Tras su mejor campaña en la NBA, la 2018-19, el pívot pudo firmar el actual contrato de tres años y 40 millones con los Kings.
Estaba llamado a ser uno de los capitanes de la segunda unidad pero Dedmon se ha quedado sin apenas hueco en la rotación de los Kings. La progresión de Marvin Bagley III, ahora lesionado, o de Nemanja Bjelica y sobre todo del inesperado Richaun Holmes (promedia casi 30 minutos), que parte últimamente como titular, le han dejado sin opciones.
Dado el escaso rédito que está dando en la cancha, no resultaría extraño que los Kings buscasen un traspaso para Dewayne Dedmon más pronto que tarde. Gestión de dudosa calidad la de su adquisición el pasado verano, pues apostaron no poco dinero a cambio de un jugador que no ha tenido repercusión en la cancha. Ni siquiera ha entrado en los planes del entrenador.
(Fotografía de portada: Christian Petersen/Getty Images)