La lesión que privó a Kevin Durant de disputar su primer partido como local en Phoenix podría ser más grave de lo esperado inicialmente. Según afirma Greg Moore, periodista del Arizona Republic, en los Suns temen que el alero haya sufrido un esguince de segundo grado en su tobillo, una dolencia que podría hacerle perderse todo lo que queda de temporada regular.
La liga regular termina el próximo 9 de abril, y el periodo de recuperación para este tipo de esguinces es de entre cuatro y seis semanas. De confirmarse esta hipótesis, Kevin estaría por tanto al margen durante los 16 encuentros que les quedan por disputar a los suyos, e incluso podría perderse el arranque de la primera eliminatoria de playoffs. Este sería un gran problema para los de Monty Williams no solo de cara a dichos 16 partidos sino también para la postemporada, pues impediría a Durant y a sus nuevos compañeros amoldarse los unos a los otros y terminar de construir la química necesaria para llegar lo más lejos posible.
KD ha jugado hasta ahora tres partidos con los Suns, y aunque las sensaciones han sido muy buenas, está claro que no es lo ideal afrontar un intento de hacerse con el anillo con tan poca experiencia en el equipo. Además, aunque ha demostrado ser un jugador que no suele tener problemas a la hora de rendir nada más regresar de lesión, es posible que el baloncesto más físico de los playoffs se le atasque un poco más si vuelve durante los mismos.
Con todo, esto no es sino una especulación inicial que quedará confirmada o descartada cuando el alero sea sometido a una resonancia magnética. Pero parece que en Phoenix empieza a temerse que esta no reporte buenas noticias. Veremos.
(Fotografía de portada: Jacob Kupferman/Getty Images)