No se aclaran ni ellos mismos. Quieren que sus redes abarquen todo el mar. Aunque hoy parecen fijar y focalizarse en dos nuevos objetivos.
Con la salida de Dwight Howard lista y embalada, los Houston Rockets necesitarán, lógicamente, otro pívot de garantías que supla su función. La presa está clara: Al Horford. El jugador de los Atlanta Hawks, indica Sean Deveney de Sporting News, cumple con el perfil de hombre alto que desean para acompañar a James Harden.
El dominicano es un seguro de regularidad, y sin duda aporta un mayor dinamismo al juego de ‘5’, pues si bien Howard es superado por pocos en la pintura, la versatilidad de Horford —tiro de media y larga distancia, capacidad de pase—, juega a su favor y engrasaría el, hasta ahora, monopolístico juego de Harden y su escasa interacción con el frontcourt.
… y subsidiariamente
Que Horford muerda el anzuelo no será cosa fácil. Multitud de franquicias —Celtics y Magic a la cabeza— y los propios Hawks pretenderán convencer al center de 29 años (30 la semana que viene) que ellos son la mejor opción. Así que, por si acaso, ‘Plan B’ a la vista. La alternativa sería Ryan Anderson, el ‘4’ más abierto y con mejor capacidad de engatillar desde lejos en la NBA.
Anquilosado en unos New Orlean Pelicans que no despegan y en los que él, debido a las lesiones, tampoco logra encontrar el ritmo, puede que no estuviera reticente a un cambio de aires.
Esto permitiría a Clint Capela, un pívot de lo más puro y acotado que existe, dar un paso al frente. Horford y especialmente Anderson, podrían compenetrarse con él, ya que su amplio abanico de virtudes les permite un buen rendimiento sin tener que sobrevivir estrictamente bajo los aros. Lo que sí parece claro es que la zona pintada de Toyota Center verá alterado su oligopolio la próxima temporada.