El plan de la franquicia de Texas varía tras ver como Golden State se verá notablemente debilitado de cara a la temporada venidera
Hace semanas, exactamente poco después de caer nuevamente eliminados a manos de Golden State Warriors, Adrian Wojnarowski de ESPN señalaba que Houston Rockets había puesto en el mercado a toda su plantilla menos James Harden. La idea estaba clara. En Texas, entendiendo que el actual proyecto estaba agotado respecto a poder destronar a los de Oakland, querían llevar a cabo una revolución en su plantilla hasta el punto de estar abiertos a la salida de Chris Paul, Eric Gordon o Clint Capela. Esa perspectiva ha cambiado.
La gerencia de los Rockets estaba convencida de que no podían con los Warriors, al menos no con unos en los que siguiesen contando con el mismo roster. La cuestión es que ahora tanto Kevin Durant como Klay Thompson se enfrentan a lesiones que pueden dejarles sin jugar durante todo el curso 2019-20. Sí, la Conferencia Oeste, tras cinco años de dominio californiano, se vislumbra muy abierta.
Y es por ahí por donde quieren colarse los Rockets. Aunque el traspaso de Anthony Davis a Los Angeles Lakers asegura un nuevo gallo en el corral, los de Texas ya no solo habrían descartado ‘desmantelar’ el equipo, sino que estarían trabajando para incorporar una nueva estrella, tal y como asegura el general manager Daryl Morey en declaraciones a SportsTalk790.
Potenciar el actual roster suena bien, pero el camino para lograrlo, y además con un gran jugador, no parece nada sencillo. El gran señalado para salir hasta la fecha era Chris Paul, pero esa es una opción que prácticamente han descartado en Houston. Más allá del enorme contrato que le resta por percibir –casi 125 millones de dólares que frenan el interés de cualquier equipo–, en los Rockets se han encontrado con la negativa del base a marcharse. «Chris Paul no quiere ser traspasado». Así de tajante se ha mostrado Morey.
Fertitta, molesto
La confirmación por parte de Morey de que Paul continuará en el equipo no ha debido gustar a Tilman Fertitta. El propietario de los Rockets, quien ha reiterado en los últimos años que no escatimaría en gasto salarial para lograr un campeonato, empieza a ver el acuerdo que se firmó con el point guard como un problema. Según Tim MacMahon de ESPN, Fertitta se habría quejado abiertamente del contrato de Paul, algo que habría expresado tanto a los empleados de los Rockets como a ejecutivos rivales. Son 34 años y tres temporadas por delante a cambio de casi 125 millones de dólares. El contrato despertaba dudas cuando se firmó y parecen lejos de ser despejadas.
D’Antoni, ¿dentro o fuera?
Lo cierto es que el plan de los Rockets despierta muchas dudas. Hace semanas iban a intentar traspasarlo todo y ahora parece que solo lo necesario para tratar de incorporar otra estrella. Hace un mes se informó de que se negociaba la extensión de Mike D’Antoni, y desde entonces se han roto las negociaciones, se han retomado y vuelto a enfriar. Y es que el caso del entrenador es digno de estudio.
D’Antoni, a quien poco se le puede achacar salvo no poder con los Warriors en playoffs, aseguró a mitad de temporada que se veía listo para entrenar tres años más. Con esa perspectiva se sentó a la mesa con Houston. Sin embargo, el contrato que le ofrecieron, por debajo del valor de un entrenador de su altura, e incluyendo la posibilidad de un despido antes de iniciar la extensión en 2020 sin garantizarle todo el salario, le hicieron rechazar la primera propuesta. Entendiendo que la situación no podía quedar así, tanto Fertitta como Morey se movilizaron para realizar un mejor ofrecimiento a D’Antoni. Pese a tal acercamiento, el técnico sigue sin verlo claro.
Recopilemos. Houston desea reforzarse con una estrella. Chris Paul, el principal activo que podía darles espacio salarial, no irá a ningún lado pese a que esa era la intención inicial y aun conociendo sus problemas durante la última campaña con James Harden. Y para terminar, no está claro si Mike D’Antoni dirigirá al equipo más allá de 2020, o incluso la próxima temporada. Demasiados interrogantes por Texas.
(Fotografía de Harry How/Getty Images)