Ha sido uno de los hombres de la semana en el mundo de la NBA. Durante los últimos días, la información sobre O.J. Mayo ha sido abundante. El jugador, sancionado dos años por la liga en 2016 debido al consumo de drogas, ha aparecido en diversos medios explicando su situación actual, evaluando el tiempo de espera que le resta para superar la inhabilitación y enseñando al mundo que ha perdido peso, que está en forma y listo para volver a las pistas.
Sí, hasta julio de 2018 no podrá hacerlo en la NBA, pero eso no supone obligatoriamente que no pueda competir en otros torneos, incluido la G League. Según informa Adam Johnson, editor de la web 2Ways10Days, especializada en la G League, técnicamente nada sobre el papel impediría a Mayo formar parte de esa liga.
“He sido informado de que la suspensión de la NBA sobre Mayo no le imposibilita para jugar en la G League la próxima temporada”, apuntó en Twitter el propio Johnson.
“Los contratos de la G League son ofrecidos caso a caso y debería ser la NBA la que determine si quieren ofrecerle uno”, prosiguió Johnson. “Al preguntar si la sanción automáticamente descalificaba a Mayo para jugar en la G League, me dijeron que no”.
Mayo jugó por última vez en la NBA en las filas de los Bucks. Con una carrera polémica pero lucrativa a sus espaldas, quizá la G League pueda ser un buen escenario y una buena exposición para que se ponga a punto de cara a la 2018-19.