Los Boston Celtics y Utah Jazz se encuentran en un punto cercano para certificar un acuerdo por el que Gordon Hayward acabe en la entidad verde en una operación de sign-and-trade. Nada cambia en cuanto al destino del jugador —uno de los aleros más destacados de la NBA actual—, pero sí lo hace en el cómo llegaría a la entidad verde que preside Danny Ainge.
Como ha podido deslizar el periodista Mark Murphy, del diario Boston Herald, Celtics y Jazz se encuentran muy cerca de cerrar la operación de sign-and-trade por Hayward que, como acción colateral, terminaría con Jae Crowder como jugador de los Utah Jazz.
Hayward ya había alcanzado un acuerdo con los Boston Celtics siendo agente libre el pasado martes; jugará de cualquiera de las maneras en la histórica organización de Massachusett. Sin embargo los Celtics necesitan espacio salarial para poder hacer hueco al gran contrato de Hayward —cuatro temporadas y 128 millones de dólares—. Con su estructura actual no disponen de suficiente margen para los millones del alero ex de Utah.
Salida de activos importantes
Y en ésas se vio Boston, con el «sí» de Hayward certificado pero al mismo tiempo sin sitio para poder hacerlo oficial. Necesitaban un traspaso que aligerase carne salarial y permitiese ingresar en la plantilla a la nueva estrella del equipo. Los Celtics intentaron entablar conversaciones de traspaso por jugadores vitales como Avery Bradley, Marcus Smart y el propio Crowder. Sin éxito a tenor de la situación actual. Y como alternativa, ha cobrado fuerza real la opción de que en el sign-and-trade de Hayward uno de esos tres jugadores salga con dirección a Utah —en este caso Crowder—.
Contrato de Crowder
De ese modo, Boston ya tendría hueco para poder integrar en su edificación de contratos a la nueva estrella del equipo. La vinculación de Jae Crowder, eso sí, es una de las más rentables de la liga. El alero percibirá alrededor de 7 millones en las próximas tres campañas, por lo que su relación salario/rendimiento es muy beneficiosa para cualquier equipo. Por ese motivo, es posible que en el movimiento entre Utah y Boston, entre algún otro activo por parte de los Jazz, para compensar que los Celtics suelten a Crowder.
Boston pierde a un jugador importante de su rotación, contando con que a Hayward ya le tenían atado. Sin embargo, ésta es una de las tangentes que llevan a poder acoplar la remuneración de Hayward en la plantilla que dirige Brad Stevens.
El movimiento, además, beneficia a todas las partes dado que Boston hace hueco para que llegue su nuevo gran jugador y los Jazz —que ya habían perdido a Hayward a cambio de nada— obtienen un valioso jugador tras su marcha.