¿Estaría forzando Julius Randle su salida de los Knicks? Podría decirse que sí. El jugador ha ido dejando pequeñas pistas desde el ecuador de la temporada regular y su poca sintonía con compañeros de equipo y afición es bastante evidente.
Para muestra dos ejemplos muy claros en las últimas dos jornadas:
- No celebró junto al resto de sus compañeros las ajustadas victorias contra Detroit y Chicago que no se resolvieron hasta el final gracias a un inspirado Alec Burks.
- Lo mismo le sucedió en el citado encuentro contra los Bulls cuando apenas jugó en el último cuarto en lugar de Obi Toppin. Randle estaba en el banquillo con cara de pocos amigos y lo que ocurría sobre el parqué parecía ajeno a él.
Lo cierto es que Randle no estuvo fino contra los de Billy Donovan. El jugador se ha perdido la últimas tres jornadas por lesión y se quedó en apenas 5 puntos y 13 rebotes con un 1 de 9 en tiros de campo.
«Puede jugar bien aunque no tire bien. Nadie va a jugar siempre de la forma correcta. Pero puede ayudar de muchas formas. En el rebote, en perseguir la posesión, en poner bloqueos… Reconocer que Alec (Burks) se va a quedar solo y asistirle», defendió Thibodeau a su pupilo.
Todos parecieron gozar del triunfo, salvo Randle. La afición, volcada con Toppin y Barrett, disfrutaban de la gesta. Pero nada de aquello parecía ir con él. Una relación que se ha deteriorado durante este curso, y que comenzó con aquel feo gesto del pulgar hacia abajo.
«Te gustaría que Julius también se uniera a la fiesta, que la disfrutara también. Sal de la cancha, olvídate del baloncesto y celébralo con los tuyos», dijo Wally Szczerbiak analizando el post-partido en MSG Networks.
«Cuando Randle ha estado fuera de la pista, le ha dado a Toppin la oportunidad de ser titular. Y ves a sus compañeros de equipo como aprovechan su juego y su energía. El público le adora. Quieren verle en la pista. Su equipo ahora mismo está jugando con mucha energía. Y se trata de jugar con energía y de levantar al resto de sus compañeros», explicó el ex jugador.
Los Knicks han obtenido cuatro victorias seguidas, y sus opciones matemáticas para alcanzar el play-in siguen hacia delante. En la próxima jornada se enfrentan a Charlotte en una velada clave para ellos, y necesitarán de otro triunfo si no quieren perder sus opciones, aunque sean mínimas.
Y mucha culpa de esta racha la han tenido Barrett, Toppin, Burks y, sobre todo, Immanuel Quickley. Pero no ha sido Randle ese jugador imprescindible. Quizás toda esta situación le duela, y por el bien de ambas partes tengan que separar sus caminos el próximo verano.
Cabe recordar que este pasado verano acordó su nueva extensión de contrato por cuatro años y 117 millones de dólares adicionales. ¿Podría ser la principal moneda de cambio por ese tan ansiado base estrella?
(Fotografía de portada: Andy Lyons/Getty Images)