La breve participación de los Brooklyn Nets en los playoffs ha supuesto una gran decepción para toda la organización. Por si fuera poco, existen diversos frentes abiertos que preocupan mucho dentro de la franquicia de cara a la planificación de la próxima temporada.
A la salida de James Harden rumbo a Brooklyn a cambio de un Ben Simmons que se ha pasado todo el curso en blanco, se ha unido la reticencia de la directiva de prolongar a largo plazo el vínculo con Kyrie Irving, debido a su negativa a vacunarse y otros problemas extra-deportivos que han condicionado su estancia en Brooklyn.
Por si no hubiera suficiente leña en el fuego, el medio NY Daily News ha informado que Kevin Durant no se ha puesto en contacto con ninguno de los ejecutivos que componen las oficinas principales de los Nets desde que el equipo cayó eliminado en primera ronda de playoffs a manos de los Boston Celtics.
La próxima temporada dará comienzo el acuerdo por cuatro años y 198 millones de dólares que Durant firmó en agosto del pasado año. A pesar del deslumbrante proyecto construido, una razón u otra no ha permitido que los Nets se asienten como candidatos reales al anillo, único y principal objetivo de la organización.
Si finalmente Irving abandonara el equipo en la agencia libre, los Nets no dispondrían de espacio suficiente en el tope salarial para incorporar una tercera estrella, lo que limitaría el arsenal y las expectativas de la plantilla. Durant se ha comprometido abiertamente a jugar en Brooklyn a largo plazo, pero todos estos contratiempos podrían derivar en que, tarde o temprano, el alero decida protagonizar un nuevo cambio de aires.
(Fotografía de portada de Elsa/Getty Images)