El base renuncia a su opción de jugador por 21,3 millones de dólares para convertirse en agente libre sin restricciones
Había pocas dudas, pero ya es un hecho. Kyrie Irving no ejercerá la player option que posee para continuar un año más en Boston Celtics a razón de 21,3 millones de dólares; es decir, tendrá plena libertad para decidir su futuro a partir del 1 de julio, ya sea para volver a firmar con los verdes o iniciar un nuevo camino en otra franquicia, informa Shams Charania de The Athletic.
Como decimos, no es ni mucho menos una sorpresa. Irving, quien llegaba a Massachusetts en 2017 en lo que parecía una incorporación que no debía tener otro techo que el anillo –venían de disputar las finales de conferencia–, ha visto como ambos cursos en Boston (primero por una lesión y después por la falta de química) terminaban con un sabor agridulce que le colocaban en el disparadero de salida.
Su rendimiento, más allá de lo que muchos han definido como problemas en el vestuario, no se ha visto minado a nivel estadístico; es más, ha alcanzado los cinco rebotes por noche por primera vez en su carrera. En total han sido 23,8 puntos, 6,9 asistencias, 5 rebotes y 1,5 robos con un 40,1% en triples. Números que cualquiera querría sumar a su equipo.
¿Y ahora qué?
Pues todas las puertas parecen abiertas. Sin que el protagonista haya dado pistas en momento alguno, las informaciones (rumores) sobre su futuro se han sucedido apuntando en varias direcciones. Para empezar tenemos a los Knicks, equipo al que se le ha vinculado junto a Kevin Durant desde hace meses. Es una opción factible, ya que ir a Nueva York le motiva especialmente y sabe que cariño no le va a faltar –con motivo de su visita al Madison el pasado mes de febrero le cantaron: «Queremos a Kyrie en New York». Un mensaje directo, pero puede que insuficiente.
Porque Irving puede hacer las maletas para marchar a la ciudad que nunca duerme pero con otro barrio como destino: Brooklyn. El deseo de los Nets por hacerse con sus servicios es de sobra conocido, la cuestión es que los últimos informes van más allá al recalcar que estaríamos hablando de un interés mutuo. La idea de la gerencia de Brooklyn, que ha logrado levantar un proyecto que hace pocos años estaba perdido, es dar un golpe sobre la mesa para colocarse en la élite de la NBA.
Y hay más. Aunque la corriente indica que Irving cambiará de camiseta, desde The Athletic informaban en mayo que Danny Ainge intentaría convencerlo para renovar, dando por hecho que renunciaría al año que le restaba de contrato. Y los Lakers tampoco andan lejos. Arreglada la relación entre LeBron James e Irving, Stephen A. Smith de ESPN comentaba igualmente que el point guard podría reunirse con la franquicia angelina en la agencia libre. Se avecina un verano repleto de emociones en la NBA
(Fotografía de Maddie Meyer/Getty Images)