Después de estar prácticamente desaparecido en las últimas dos semanas, se espera que el bueno de Kyrie Irving vuelva esta noche a jugar con los Nets. El que fuera campeón de la NBA con los Cavaliers tiene una personalidad imprevisible y no deja de regalarnos anécdotas. El base no se viste de corto desde el 5 de enero, y no precisamente por problemas de lesiones. Su ausencia ha creando un clima de misterio en la Gran Manzana, generando todo tipo de rumores. Por momentos, muchos se temían lo peor y pensaban que Kyrie era capaz de colgar las botas de la noche a la mañana y dedicar su vida a otras labores.
Por suerte, el ex de los Celtics ya se ha incorporado a las ordenes de Steve Nash e incluso ha atendido a los medios tras realizar un entrenamiento. En esta rueda de prensa Irving ha hablado de su ausencia y ha justificado su marcha con la necesidad de concentrarse en otros aspectos de la vida más importantes. Muchos rumores también apuntan a que el playmaker ha podido tener problemas de índole familiar. Unas creencias que perdieron peso tras revelarse imágenes en las que estaba sin mascarilla celebrando el cumpleaños de su hermana.
Según ha informado Ian Begley de SNY, periodista que ha ido comunicando la última hora al respecto, la ausencia se debe a los diferentes problemas sociales sucedidos en Estados Unidos. Kyrie estaría en total desacuerdo con el asalto al Capitolio, aunque todo apunta a que el hecho que le habría mantenido fuera durante 15 días es la resolución del juicio en Kenosha. El oficial de policía que disparo a Jacob Blake quedó absuelto y no se enfrentará a ningún cargo criminal, una noticia con la que también se mostraron disconformes otras estrellas de la NBA.
Estas últimas nuevas tienen más lógica, teniendo en cuenta lo comprometido que el seis veces All-Star está con estas causas. De hecho, ayer mismo también se anunció que Kyrie le ha comprado una casa a la familia de George Floyd. Otro acto que se une a la incontable lista de acciones y donaciones sociales que Uncle Drew suma a sus espaldas. Estas crean una figura controvertida a su alrededor, en la que su polémica forma de pensar choca con su importancia en la lucha por la igualdad social en Estados Unidos.
(Fotografía de portada de Maddie Meyer/Getty Images)