Hay ocasiones en las que lo que parecía una mala idea termina demostrándose como un acierto. No es el caso de ciertas decisiones tomadas por Rob Pelinka en la pasada offseason, y quizás la contratación de DeAndre Jordan partía como la peor de ellas. Cómo así ha acabado materializándose. Tras partir como titular en los primeros encuentros de la temporada, el pívot ha ido perdiendo protagonismo hasta desaparecer casi por completo de la rotación de los Lakers. No sorprende pues que sea el primero en visitar la rampa de salida de la franquicia junto a Kent Bazemore, tal y como desvela Brian Windhorst para ESPN.
Los Angeles Lakers siguen cargando con la urgencia de luchar por cada anillo que le quede por disputar a LeBron James, y solo les han hecho falta 39 partidos para darse cuenta de que con este equipo se quedan cortos. Para ser francos, igual les han sobrado unos cuantos. Con ello en mente las oficinas angelinas ya están moviendo hilos para conseguir mejorar la plantilla de cara al cierre de mercado.
El problema es que ni Jordan ni Bazemore son dos piezas por las que puedan obtener valor positivo e inmediato a cambio. A pesar de cobrar ambos el mínimo de veterano, ninguna franquicia absorbería a dos jugadores de 33 y 32 años respectivamente con un rendimiento reciente tan pobre. Lo cual implica que Pelinka tendrá que incluirlos en algún traspaso para quitárselos de encima. Este movimiento seguramente vaya dirigido a liberar espacio salarial para ahorrar impuestos de lujo o dejar espacios en plantilla de cara al mercado de cortados. Sea como fuere, los Lakers ya han activado su plan salida, aunque hay serias dudas entorno al rédito que puedan sacar.
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)