El lío con la gestión de los problemas anímicos de Simmons ha provocado que la relación entre franquicia y jugador vuelva a estar estancada. Los Sixers están cada vez más frustrados con el oscurantismo del que se rodea el australiano, y parece que las oficinas han vuelto a ponerse en funcionamiento para buscarle su salida cuanto antes. En esa nebulosa que es la rumorología sobre el destino del número uno del draft de 2016, hacía tiempo que uno no sonaba con tanta fuerza como el interés que presuntamente han mostrado los Celtics en hacerse con Simmons.
Según cuenta Shams Charania en The Athletic ambas franquicias llevan días en conversaciones por el traspaso. Ahora mismo, la salud deportiva de Philadelphia mantiene su ventaja a la hora de negociar. Sobre todo ante unos Celtics que ya han rozado la histeria en lo poco que llevan de temporada. La ambición de Daryl Morey sigue intacta y ha comunicado a Boston que cualquier movimiento deberá incluir, como mínimo, a Jaylen Brown.
Dicha información parece un disparate atendiendo al estatus del que Brown goza ahora mismo. Básicamente, el de principal estrella de los de Udoka hasta que Jayson Tatum comparezca a ese nivel dos noches seguidas. También porque, por mucha tensión que haya generado, el inicio de campaña no es tan dramático como para que los Celtics busquen un giro de timón de esa magnitud. Los únicos puntos que apoyan esta posibilidad son las razonables dudas que pueda despertar Brad Stevens como recién llegado a la gerencia y el eco que la noticia se ha hecho entre los principales voceros de la NBA. Para más incertidumbre, Charania no menciona qué otros jugadores podrían estar involucrados en el movimiento.
(Fotografía de portada de Drew Hallowell/Getty Images)