Apenas ha comenzado el curso NBA y los Boston Celtics ya han celebrado su primera victoria balsámica. El polvorín saltó hace unos días, cuando Marcus Smart arremetió contra Jayson Tatum y Jaylen Brown por no compartir el balón con el resto. Sus palabras se unieron a las nefastas sensaciones vividas en pista para levantar cierto gabinete de crisis. Por ello, los jugadores tuvieron a bien reunirse en solitario para discutir la situación del equipo.
La noticia la publicaba Tim Bontemps en ESPN a mitad de partido. Abrumado por las preguntas Ime Udoka deja a las claras que la cita no se concertó con urgencia. «Teníamos una cena decretada desde hace semanas. Simplemente los jugadores decidieron llegar media hora antes para hablar a solas. Después nos unimos el resto del cuerpo técnico». El periodista la definía como una reunión emocional en la que tomaron la palabra los principales pesos pesados del vestuario.
Tras la victoria ante Orlando, Al Horford admitía que la victoria calmaba las aguas, coincidiendo con el pensamiento de Jaylen Brown y Dennis Schröder. El escolta dio la cara opinando sobre las declaraciones de Smart. «Obviamente, en medio de nuestro intento por ganar partidos, no es algo necesario [las críticas públicas]. Pero todos nos comunicamos y hablamos entre nosotros. Siempre buscamos maneras de mejorar y ganar». Horford también aludía a la mejora del equipo, opinión que Brad Stevens refrenda.
(Fotografía de portada de Sarah Stier/Getty Images)