Se está ganando el puesto a base de entrega, esfuerzo y —sí, también— minutos de calidad.
Thomas Robinson, aquél que fuera número 5 del draft en 2012, empieza a experimentar nuevamente cierta regularidad. Aunque ésta ande todavía lejos del papel protagonista deseado. Pero es un comienzo. Un nuevo comienzo.
Thomas Robinson apareció como una de las últimas cartas de la baraja que sacaron del mazo Los Angeles Lakers este verano. Gana importancia día tras día en la partida, y todo apunta a que se mantendrá en la mano de la franquicia, mínimo, hasta final de la presente temporada. Así lo indica OC Register y se hace eco el medio Sportando.
No está pendiente de hacer números, o de obsesionarse con ganar partidos, o siquiera de soñar con la titularidad. Robinson,, básicamente se encarga de que no se le quede gota de sudor alguna segregada de su cuerpo sin derramar el parqué. Porque el 10 de enero se rebasa la barrera que convierte su contrato en totalmente garantizado, y quiere asegurarse de que eso es justo lo que ocurrirá.
«Solo me preocupo de estar atento a mi nombre, y cuando éste suena salgo ahí a jugar», afirma el ala-pívot. «Eso es todo lo que hago. Llego temprano [a los entrenamientos], salgo tarde y apoyo a mi equipo. En cuanto a las decisiones en las oficinas, no tengo ningún control sobre ellas.»
Lesión de Nance
Sus probabilidades de ganar en importancia en la rotación se disparan con la lesión de Larry Nance Jr. quién estará al menos un mes de baja. Éste, por cierto, en muy buena consideración a su compañero de posición. «Robinson es 100 por ciento de energía sin escalas».
Y el más importante en cuando a poder directo en pista, Luke Walton describe a Robinson tal que así: «Es una bestia de los tableros». Por ahora sus números son de 3,7 puntos y 4,8 rebotes en 11,7 minutos y 23 partidos. Lo cierto es que sus estadísticas podrían dispararse en el apartado reboteador de contar con más minutos a partir de ahora.
Se acerca, parece, un segundo tramo de temporada notable para T-Rob.