Cuando Chris Paul renunció a los 44 millones de dólares de su opción de jugador, todos los especialistas corrieron a apuntar que se debía a un pacto previo con los Suns para firmar un nuevo contrato por tres años y 90 millones. Sin embargo, el presidente de la Asociación de Jugadores consiguió un año más, extendiendo el trato a 120 millones. De los cuatro años acordados, solo dos y medio están garantizados, siendo el último año y medio opción de equipo a razón de unos 45 millones de dólares.
El trato supuso una sorpresa por su duración, ya que CP3 lo finalizaría en 2025 cerca de los 40 años. Pero al parecer, ese cuarto año fue fruto de una negociación en la que Chris Paul y sus agentes incluyeron el interés de un tercer actor. Los New Orleans Pelicans. Así lo desvelaba el periodista de ESPN, Brian Windhorst, en su último podcast. «Nueva Orleans le ofreció a Chris Paul 100 millones. Lo que ayudó a convencer a Phoenix de darle al menos un cuarto año no garantizado». Finalmente, los Pelicans se han quedado sin un base referencia mientras Lonzo Ball y Jrue Holiday han abandonado el proyecto en menos de un año. Se tendrán que conformar con el recién llegado Devonte’ Graham.
Los Suns eran la única franquicia que le podía ofrecer más de tres años a Paul debido a la regla de los 38 años, por lo que todas las partes quedan satisfechas con el trato. La intención inicial de Paul era permanecer en una franquicia con la que ha alcanzado las últimas finales, y la de Phoenix mantener el núcleo que les ha llevado a las mismas. Hacerlo sin hipotecar obligatoriamente el largo plazo, visto lo visto, es una victoria. Aunque la pertinencia de David Griffin les haya salido cara.
(Fotografía de portada de Justin Casterline/Getty Images)