Nuevo verano, nuevo Melodrama. Al igual que sucediera en 2017, Carmelo Anthony vuelve a estar ahora en el centro de los rumores sobre su futuro. Entonces, el jugador acabó saliendo de los Knicks en septiembre, rumbo a los Thunder, los mismos con los que ahora, un año después, trabaja su desvinculación.
Carmelo y OKC negocian desde hace algunos días el fin de una etapa corta del jugador en Oklahoma, y ciertamente fallida. Anthony, eso sí, antes de nada, aseguró sus casi 28 millones de dólares para la 2018-19, vía player option. Tiene, por tanto, contrato en vigor y una nómina anual elevada.
Houston, decidido
El fin de Anthony en los Thunder se puede dar vía buy out, o rescisión y estiramiento del pago de su salario durante algunas campañas, vía Stretch Provision. Es decir, una fórmula que permita flexibilidad a los Thunder y que deje en la caja del jugador todo el dinero pendiente, o casi todo. Todo esto se lo intentará OKC si en un plazo de una semana o semana y media no consigue traspasarlo.
Como sea, la etapa de Carmelo en Oklahoma está acabada. Y cuando se cierre, como agente libre, tendrá disponibilidad para ir donde desee y donde le quieran. Y por la labor, se ha leído, estarían los Lakers, los Heat, pero sobre todo, los Rockets. Houston está decidido a fichar a Melo para unirlo a Chris Paul y James Harden. La información la aporta ni más ni menos que Adrian Wojnarowski.
Aleros para los Rockets
Houston ha mantenido a Chris Paul en nómina, el objetivo principal para este mercado. Pero ha perdido a dos importantes aleros Trevor Ariza, quien ya el 1 de julio se anunciaba su camino a los Suns, y Luc Mbah a Moute, quien ayer lunes puso rumbo a los Clippers.
Estas bajas, según señala Woj, refuerzan la apuesta de los Rockets por firmar aleros. Y ese alero tiene nombre y apellidos: Carmelo Anthony.