Movimiento menor de mercado de Houston, que se ha hecho con los servicios del pívot Deyonta Davis. El interior había sido cortado por los Hawks y los Rockets han reclamado su contrato desde los waivers y dentro las 48 pertinentes para ello.
Davis, de 22 años, acumula casi 100 partidos de la NBA, sobre todo con los Grizzlies, con los que debutó en la 2016-17 y con los que disputó un total de 62 partidos en la 2017-18. Número 31 del Draft de 2016, el pasado verano fue traspasado de Memphis a los Kings como parte de la operación que puso a Garret Temple en Memphis. En septiembre, Sacramento despedía a Davis, le pagaba los 1,54 millones de contrato para la 2018-19 y le convertía en agente libre. Davis luego se enroló en los Santa Cruz Warriors, el afiliado de Golden State en la G League, hasta que ya en 2019 firmó un par de contratos de 10 días con los Hawks y luego un por lo que restaba de temporada y una campaña más. El de Michigan celebró 9 partidos con Atlanta.
Operación sin riesgo para Houston
A principios de esta semana era cortado por la entidad de Georgia. Ahora Houston lo reclama, en un movimiento en el que los de Texas no tienen nada que perder. El año de contrato pendiente de Davis habla de 1,6 millones de dólares no garantizados. De esa cantidad, solamente 250.000 dólares lo serán si Davis sigue en la plantilla más allá del próximo 31 de julio.
El jugador, apunta el gurú en salarios Marc Spears, no puede ser traspasado en los próximos 30 días, por lo que se entiende que Houston lo probará en la próxima Summer League y calibrará si tenerlo como jugador de rotación profunda—sobre todo si finalmente cuelga las botas Nenê Hilario—o bien lo despide o lo coloca en alguno de los diversos traspasos que, con una plantilla en venta a excepción de James Harden, planean hacer los Rockets.
(Fotografía de portada: Jonathan Daniel/Getty Images)