El futuro a medio plazo es un concepto inexistente en la actual NBA. Las cosas cambian demasiado rápido como para hacer planes a dos o tres años vista. Y en una franquicia tan volátil como los Sacramento Kings, esta tendencia se multiplica. A principios del pasado agosto Monte McNair disipaba cualquier rumor de salida extendiendo el contrato de Richaun Holmes por 46,5 millones de dólares en los siguientes cuatro años. Siendo el curso 24-25 opción de jugador. Pero esos planes de futuro se han difuminado de golpe con la llegada de Domantas Sabonis.
Una nueva decepción de temporada para los californianos ha hecho que se replanteen las cosas. Aunque pueda parecer que el intercambio por el pívot lituano es un disparo al aire, acoplarle en el equipo tiene unas obvias implicaciones que pasan por regalarle todo el espacio interior que necesite. Al fin y al cabo, se han despojado de quizás su pieza más valiosa por hacerse con los servicios de Domas. Esto hizo que inmediatamente después de obtener al ex de Indiana, la front office de los Kings se pusiese a trabajar inmediatamente en el traspaso de Holmes. Según reporta The Sacramento Bee, ninguna de las alternativas convenció a Monte McNair, por lo que el directivo se vio resignado a buscar nuevos tratos llegado el verano.
Su entrenador Alvin Gentry y algunos de sus compañeros han admitido en las últimas semanas que está siendo difícil para Holmes hacerse a su nuevo rol. Tras ser titular desde el primer día que llegó a Sacramento a pesar de su historial de lesiones, ha visto caer sus minutos a los quince por noche y sus números a mínimos desde que aterrizase en los Kings. En las interioridades del vestuario aseguran que están trabajando para alcanzar la mejor versión de Holmes. Quizás conformando una segunda unidad que gire en torno a sus bloqueos, energía y amenaza vertical.
Sin embargo, todo apunta a que el jugador tiene pie y medio fuera de la franquicia. Lo cual le reportaría casi siete millones de dólares referentes al 15% de trade kicker que figura en su contrato.
(Fotografía de portada de Sean Gardner/Getty Images)