Desde que los Utah Jazz decidieron entrar en reconstrucción, todos sus veteranos han recibido cantos de sirena a lo largo y ancho de la liga. De todos los que comenzaron, solo Mike Conley y Jordan Clarkson sobreviven en la plantilla. El futuro dirá si acaban saliendo traspasados más tarde o más temprano, pero por el momento la franquicia parece querer mantener a Clarkson a toda costa. Según Zach Lowe y otras fuentes cercanas al equipo los Jazz están encantados con su nivel y lo que aporta de puertas hacia adentro.
Utah ha comenzado la temporada como un tiro, ganando sus tres primeros partidos y sumando un 4-1 de balance total. Algo totalmente inesperado en un equipo cuyo único objetivo a corto plazo parece ser estar en la carrera por el próximo número uno del draft. En este gran inicio Clarkson tiene su porqué, protagonizando sus máximos de carrera en puntos (18,8), asistencias (5,2), rebotes (4,2) y minutos (31). El base incluso ha dejado atrás la comodidad del sexto hombre para comandar el quinteto titular. Esto le debería convertir en una pieza de valor por la que sacar rédito según se acerque el cierre de mercado. Pero el plan inicial de los Jazz es retenerle a pesar de los rumores que le han situado en Lakers o Suns.
Aunque sorprendente, este movimiento no sería nuevo. En tiempos recientes ya se ha visto el valor que le otorgan las franquicias en reconstrucción a estas figuras capaces de guiar con el ejemplo dentro y fuera de la cancha. Los Houston Rockets lo hicieron con Eric Gordon y los Orlando Magic han extendido el contrato de Gary Harris por dos años y 26 millones de dólares este mismo verano. Hace un tiempo Clarkson decía estar «preparado para lo que pase». Y por lo visto hasta ahora con él y los Jazz, da la sensación de que lo decía muy en serio.
(Fotografía de portada de Jonathan Bachman/Getty Images)