Era una posibilidad bastante plausible. Tanto que efectivamente se dio, y no pilló a los Washington Wizards por sorpresa.
Otto Porter estaba en situación de firmar un contrato multianual por el máximo terminado su ciclo de novato, y era casi seguro que lo iba a recibir. Los Brooklyn Nets, que pescan en todo río revuelto que divisan, fueron a por todas, pero los Wizards estaban listos para actuar.
Según Adrian Wojnarowski, los capitolinos igualarán la oferta neoyorkina, y es que no había ‘Plan B’. Un alero de sus condiciones (tiro y defensa) no se podía dejar escapar. Ya tenían previsto la posibilidad de igualar una oferta por el máximo, y al tiempo que posiblemente apurarán hasta el día 8 (fecha límite) para firmar a Porter, irán haciendo los preparativos para que salga todo lo que debe salir para que las cuentas cuadren.
‘Malas artes’
Pero esto no es todo. Porque resulta que la oferta de los Nets no eran 106,5 millones en cuatro años y ya. Había una espíritu detrás: incordiar todo lo posible a los Wizards. Forzarles a ponerse entre espada y pared.
El contrato que Porter ha firmado con Nets implicará que si los Wizards igualan Porter tendrá una cláusula anti-traspaso para el primer año, pero no solo eso. Durante cada uno de los cuatro años de contrato Porter percibirá de forma adelantada el 50 por ciento de su ficha anual cada 1 de octubre, una práctica nada habitual ya que para esa fecha ni ha comenzado la temporada
Zach Lowe de ESPN apunta que los Wizards, una vez firmen a Porter, pueden demorar seis días la oficialidad del contrato excusándose en el reconocimiento médico, lo que haría que los Nets viesen bloqueado su fondo salarial hasta entonces de llevarse a cabo de este modo.
Y es que el tener que igualar por el máximo, supone un terrible esfuerzo para los Wizards, ya que con él se van a los 15 jugadores en la plantilla (13 con contrato garantizado) y 126 millones en salarios. Es decir, unos 11 millones más en impuesto de lujo (137 en total).
Y donde las dan, las toman.