Markieff Morris, jugador de Washington Wizards, entrará en su último año de contrato a partir del próximo mes de julio. El gemelo natural de Philadelphia percibirá un salario de 8,6 millones de dólares, siendo uno de los más asequibles en cuanto a precio/rendimiento de la plantilla que dirige Scott Brooks. Una vez apeados de las eliminatorias por el título, el futuro se presenta bastante complicado para la gerencia capitaneada por Ernie Grunfeld; no obstante, Morris tiene muy claro que no desea cambiar de aires.
«Indudablemente me gustaría finalizar mi carrera aquí. Me encanta jugar en Washington. Me encanta estar en una ciudad donde básicamente he crecido y para la que he estado jugando», señaló Morris al medio CBS Sports. «Pero en este momento mi futuro contrato no está en mi mente. Ahora soy padre a tiempo completo. Tengo que resolverlo», añadió.
Morris, que comenzó la temporada lesionado, ha podido disputar 73 partidos oficiales con unos promedios de 11,5 puntos, 5,6 rebotes y 1,9 asistencias en 27 minutos de juego. Asimismo, siguiendo la tónica del Small Ball, ha intercambiado las posiciones de ‘cuatro’ y ‘cinco’ en numerosas ocasiones, una situación que no le supone ningún tipo de problema.
«Tengo que estar más listo para fijar el pick & roll. Pero es difícil», admitió. «Sé que para Martin (Gortat) ha sido dura esta situación. Ha sido una decisión complicada. Pero lo que tenemos que hacer es seleccionarlos muy bien en cada jugada. Creo que es lo más importante que necesito mejorar para jugar como cinco», agregó.
El técnico Brooks, cuando ha decidido apostar por un quinteto pequeño, ha saltado al parquet con John Wall/Tomas Satoransky, Bradley Beal, Otto Porter Jr., Kelly Oubre y el citado Morris. «Uno mira al resto de equipos y cambian muchísimo a los pívots. No hay mucha gente grande en la posición de cuatro. Tengo que llegar donde no puedan defenderme y aprovecharlo», señaló.