Durante la crucial jornada que abordaba ayer la NBA, una figura emergió como intermediaria a la hora de facilitar la negociación entre los jugadores y los dueños de las franquicias. Esta no fue otra que la de Michael Jordan, propietario de los Charlotte Hornets, que trató de ponerse en contacto con varios jugadores para comprender de primera mano sus motivaciones y ejerció como voz de la razón en la reunión con el resto de propietarios.
Así lo contado Jackie McMullan, periodista de ESPN, quien afirma que MJ mantuvo conversaciones con Chris Paul, presidente de la Asociación de Jugadores, y con Russell Westbrook. Además, asegura que dos de los participantes en el encuentro entre los dueños de cada equipos señalaron que Jordan, quien es además Presidente del Comité de Relaciones Laborales de la NBA, tuvo una enorme importancia, ejerciendo como voz de la razón e instando al resto a escuchar a sus jugadores y dejar que expresasen sus frustraciones en lugar de imponerles soluciones: «Ahora mismo, escuchar es más necesario que hablar» afirmó.
Según esta información, el apoyo de los propietarios a los jugadores fue unánime, y gran parte de la reunión giró en torno a cómo favorecer que usasen su posición como altavoz. En este sentido, la gran mayoría, incluido el propio Jordan, consideraron que la temporada debía continuar, alegando que los partidos y lo que ocurre en ellos es su plataforma más visible.
Esta fue finalmente la decisión a la que llegaron tanto los directivos como los jugadores, aunque no está claro aún cuándo se retomará la competición ni qué nuevas medidas se tomarán a raíz de esta protesta. Solo el tiempo dirá qué acciones se llevan a cabo y cómo de efectivas son de cara al intento de los jugadores de hacer valer su posición en la lucha contra el racismo.
(Fotografía de portada: Jeff Hahne/Getty Images)