Jabari Parker será agente libre restringido en verano, pero no motivado porque Milwaukee Bucks se quedase corto en la oferta que le hicieron para extender su contrato.
Parker, pese a estar de baja por aquel entonces al sufrir por segunda vez la rotura del ligamento cruzado de su rodilla izquierda, entendió que merecía el máximo salarial. En Wisconsin no lo veían así, por lo que intentaron negociar un acuerdo por debajo de ese límite.
Las negociaciones no llegaron a buen puerto. Según explica Zach Lowe de ESPN, los Bucks se prepararon para ofrecer un contrato de 3 años y 54 millones de dólares. Parker no aceptó y se barajaron otras opciones como firmar una vinculación más breve o alargarla a los cuatro años con incentivos. Hubo varios intentos, pero Milwaukee nunca subió de los 18 millones anuales.
Sin duda Parker ha apostado por sí mismo. Aunque su futuro sea incierto, en el tiempo que ha estado sano ha demostrado tener nivel para seguir mejorando y ser uno de los mejores de la NBA. La cuestión es que está por ver que regrese a esa senda. Tiene dos meses y los playoffs para probarse.
¿Riesgo medido?
Volver de dos lesiones como las sufridas por este proyecto de Duke necesita de una enorme fuerza mental, y está claro que de eso va sobrado Jabari. Ya regresó una vez siendo un mejor jugador y ahora pretende hacer lo mismo. Sin embargo, querer saltar de la nada al máximo parece demasiado cuando podría buscar la calma de un largo y cuantioso contrato. Solo el tiempo dirá si ha medido bien los riesgos.