Los Mavericks se han centrado mucho en reforzar su zona interior, tal y como informábamos ayer, pero igual eso les está suponiendo dejar de lado otras posiciones y otros jugadores.
Informa ESPN de que Chandler Parsons no tiene demasiada paciencia en el cuerpo ahora mismo y, si los de Dallas no se mueven rápido, el alero buscará otro destino para la próxima temporada.
“Será todo oídos”, comentaba una fuente cercana al jugador, dejando muy a las claras cuáles son las intenciones que tiene ahora mismo Parsons.
En busca de un nuevo contrato
El nuevo tope salarial de 94 millones de dólares supone un dolor de cuello para los dirigentes de la NBA. Todos los jugadores miran hacia arriba buscando subir sus emolumentos personales, y Parsons no es una excepción.
Al parecer, el jugador buscará un contrato por el máximo que roce los 22 millones de dólares por año, y confía en que alguna otra franquicia podrá ofrecerle tal cantidad. Esta pasada campaña 15,3 millones han ido a sus bolsillos, por lo que la subida que busca es considerable.
“Es una cuestión de dólares y el estado de su lesión”, dijo Donnie Nelson, presidente de operaciones de los Mavs, quien no olvida la operación de rodilla por la que tuvo que pasar en marzo y que le hizo decir adiós a la temporada que acaba de finalizar.
Sin dinero texano
El otro impedimento será, cómo no, que si los Mavericks consiguen algunos de los objetivos que tienen en mente – Mike Conley y Hassan Whiteside entre otros – no van a tener el espacio salarial suficiente para mantener a Parsons bajo las cantidades que él pide.
Vamos, todo un dolor de cabeza para los que arman el puzzle en Dallas.