Pascal Siakam es uno de sus jugadores cuyo presente (y futuro) pende en estos momentos de un hilo. Reclutado y formado bajo el paraguas de Masai Ujiri, a sus 29 años es All-Star, campeón de la NBA y estrella de los Toronto Raptors. No puede quejarse, y mucho menos con 37,8 millones de dólares asegurados para la campaña 2023-24, pero nada de eso evita que a día de hoy esté tan dentro como fuera del equipo.
A Toronto le encanta como jugador. El camerunés es atlético, buen defensor, grande, con buen tiro exterior… Básicamente reúne una serie de cualidades que cualquier franquicia desearía tener para sí misma. Y no son invenciones. Charlotte Hornets y Portland Trail Blazers posaron sus ojos sobre Siakam antes de la noche del draft; Atlanta Hawks e Indiana Pacers persiguen en estos momentos cerrar un acuerdo para incorporarle.
Ante tal interés, los canadienses no han variado su postura. A todo el que llame preguntando por su estrella le atienden amablemente y le comunican su precio. Justo aquí está el gran obstáculo, ya que los Raptors exigen una recompensa a modo de activos futuros (pick del draft y jóvenes jugadores) que nadie parece dispuesto a pagar.
Centrándonos en los Hawks, se ha deslizado que estos han puesto sobre la mesa el nombre de jugadores como Dejounte Murray, De’Andre Hunter o Bogdan Bogdanovic. De los tres, el más intrigante para Toronto podría ser el del base All-Star. Los de Canadá perdieron a Fred VanVleet en la agencia libre y reaccionaron firmando a Dennis Schröder, pero la realidad es que suena bastante mejor un Murray de 26 años con un contrato amable a largo plazo, ya que debe percibir 100,7 millones de dólares en las próximas cuatro campañas, siendo la siguiente una opción de jugador por 31,5 millones.
Por lo que sea –quizás esperan conseguir más–, Toronto no solo no ha apretado el gatillo, sino que según informa Eric Koreen de The Athletic estaría dispuesto a dar un giro de 180 grados en su visión con Pascal Siakam. Por ahora, y siguiendo el plan inicial, mantienen la puerta abierta para los compradores, pero si las ofertas que llegan no les satisfacen, disparará en dirección opuesta para pasar a negociar una extensión de contrato para que el camerunés siga durante muchos años en la organización.
¿Qué piensa Siakam?
Hasta ahora nos hemos centrado en la idea de los Raptors, quienes parecen seguir debatiéndose entre una profunda reconstrucción o retocar el actual proyecto. La cuestión es que es posible que Siakam entienda que su etapa en Canadá ha concluido y que si no han querido apostar por él antes, ahora ya no tiene sentido. Ciertamente es una situación complicada que no sabemos por dónde saldrá, ya que más allá de qué el de Camerún tenga su orgullo, también hay que verse en el papel de renunciar a muchísimos millones asegurando no solo tu futuro, sino el de tus allegados.
Anunoby, a la espera
Es la otra pieza del puzzle. Si bien en Toronto insisten en que es intocable, no son pocos los equipos que están ojo avizor al entender que en cualquier momento puede pasar a estar disponible. Los Knicks, fieles a su idea de sumar piezas fuertes y defensivas al esquema de Tom Thibodeau, son uno de los equipos más interesados en el alero, pero ni mucho menos los únicos. Las características de OG Anunoby le hacen apetecible para cualquiera y verle cambiar de aires no sería una sorpresa, sobre todo si antes aprietan el gatillo con Siakam. Habrá que estar atentos. Los Raptors aún pueden animar el verano.
(Fotografía de Mark Blinch/Getty Images)