Carmelo Anthony admitió hace horas que existió la posibilidad de abandonar New York rumbo Los Ángeles en la fecha límite de traspasos. Phil Jackson y Doc Rivers negociaron pero no se llegó a entendimiento alguno; algo normal si tenemos en cuenta que lo poco que se ha sabido de las conversaciones es que los Clippers no ofrecían nada más suculento que Jamal Crawford, no teniendo además rondas del Draft para edulcorar un paquete. ¿Ahí ha quedado todo? No.
Como era previsible, el presidente de los neoyorquinos no ha cambiado de opinión; es decir, tiene claro que en su nuevo proyecto no tiene cabida Carmelo Anthony. Tras intentar que en su momento renunciase a la cláusula por la que puede vetar cualquier traspaso, ahora parece dispuesto a iniciar un segundo asalto de cara a ver cumplidos sus deseos en el próximo verano.
Según fuentes manejadas por Ian Begley de ESPN, aunque las aguas anden calmas por el momento, eso cambiará con la llegada de la temporada baja, puesto que el compromiso de Phil para dar salida al alero de Baltimore sigue vigente.
Que la decisión de Jackson sea firme puede ser correcto. Quizás sea el momento de que la franquicia y Carmelo separen sus caminos. Pero no está de más recordar que en 2014, justo cuando llegó el Maestro Zen, fue él mismo quien firmó un contrato de cinco años a Anthony con la cláusula anti-traspaso incluida.
Entre el «sí» y lo justo
Llegados a este punto, y dado que Carmelo empieza a impacientarse a sus 32 años –lleva cuatro seguidos sin playoffs–, es muy probable que la franquicia neoyorquina obtenga el «sí» de su jugador para traspasarle a un equipo de su gusto. Sin embargo, más complicado parece que si todos saben que NY quiere vender vayan a recibir algo interesante a cambio. Los Clippers no se plantearon darles ninguna estrella. ¿Lo hará otro equipo? Difícil panorama se presenta.