Qué sería de una temporada baja sin todos esos entresijos, tiranteces y tensiones que rodean a las relaciones de la NBA. No sabemos cuánto de cierto y cuánto de ‘acción-reacción’ acompaña a esta historia, pero desde The Athletic han compartido un extenso artículo que empaña en cierto modo el esperanzador futuro que se abre ante los Dallas Mavericks.
El grueso de esta pieza apunta a Luka Doncic y las relaciones internas en las oficinas principales de la franquicia. El internacional esloveno tiene la intención de renovar este verano por el super máximo, en un acuerdo que se iría por encima de los 200 millones de dólares. Esta noticia congratula a toda la organización pero se ha abierto un frente que preocupa a la misma. Al parecer, existe una mala relación entre varios miembros clave del equipo. Una situación que ha llevado a generar dudas sobre el deseo de Doncic de continuar a largo plazo si las cosas no se solucionan.
Gran parte de esta inquietud parte del estado actual de la front-office de los Mavericks y su distribución de poderes. Según fuentes de este medio, Haralabos Voulgaris, director de investigación y desarrollo cuantitativo, ha sido la voz más influyente dentro de la directiva desde que fue contratado expresamente por Mark Cuban en 2018, sobrepasando incluso sus funciones.
Para quien no lo conozca, Voulgaris es un amante de la analítica avanzada que construyó parte de su fortuna desde las apuestas deportivas. De su visión e influencia han partido algunas de las decisiones recientes de la franquicia: selecciones de draft, estilo de juego y algunos quintetos iniciales. De hecho, fue el propio Voulgaris el que habría encandilado a Cuban con la actual ofensiva de los Mavericks, sustentada sobre el pick-and-roll de Doncic.
No obstante, la relación entre Doncic y Voulgaris no es la mejor posible. Ambos han tenido sus tiranteces hasta el punto de que el ejecutivo, muchas veces situado a pie de pista, ha dado indicaciones sobre su juego al esloveno, las cuales no han sido bien recibidas.
Otras de las operaciones atribuidas a Voulgaris han sido las contrataciones de Seth Curry y Delon Wright. Este último fue la principal apuesta del directivo para acompañar a Luka Doncic en el quinteto inicial, aunque solo estaría una campaña en el equipo. Así, este solapamiento con las funciones de Donnie Nelson, general manager desde 2005, y el cuerpo técnico habría generado en confusión respecto a quién lleva la batuta en las oficinas. «Teníamos dos gerentes generales», habría declarado una fuente interna de los Mavericks a The Athletic.
A pesar de este problemática, los grandes movimientos del equipo seguirían recayendo sobre la figura de Nelson. Entre ellos los traspasos por Kristaps Porzingis, Tim Hardaway Jr., Josh Richardson y J.J. Redick. No obstante, estas habrían pasado antes por el juicio de Voulgaris.
Otro foco de conflicto habría tenido lugar en el draft de 2020. Según fuentes del medio, el cuerpo de scouting de los Mavericks asegura que Voulgaris no los consultó acerca de los dos jugadores que serían finalmente seleccionados: Josh Green y Tyrell Terry. Por si fuera poco, algunos miembros del grupo de scouting habrían trasladado a la franquicia informes desfavorables de, al menos, uno de ellos, contradiciendo la selección final.
Así, su manera de abordar a los trabajadores de la organización y de tomar las decisiones habría irritado constantemente a empleados y jugadores, calentando el ambiente a lo largo de las tres temporadas que ha estado en el equipo. El propietario del equipo, Mark Cuban, ha negado este favoritismo y ha compartido su confianza en Voulgaris. «Tiene una gran comprensión de la estadística avanzada y de las oportunidades que crea para obtener una ventaja. Es importante para mí pero no es más influyente que cualquier otra fuente de datos del equipo», aseguró el dueño de los Mavericks.
Las aguas han vuelto a su cauce con Rick Carlisle
Otro punto importante que aborda el artículo es la relación entre Luka Doncic y Rick Carlisle. Este vínculo ha sido objeto de escrutinio público desde que fuera reclutado en el draft de 2018.
El puesto del técnico ha sido ratificado por Cuban recientemente pero, según una fuente interna de la franquicia, este estuvo en el aire durante gran parte de la temporada. Y aquí también entra en escena Voulgaris.
Al parecer, los jugadores habrían expresado su disconformidad por ciertas decisiones tales como planteamientos en pista, tiempos muertos o rotaciones muy rígidas que, en última instancia, habrían sido trasladados a Carlisle por parte de Voulgaris.
El propio Doncic se habría mostrado reacio a estas decisiones técnicas aunque, finalmente, Carlisle se habría adaptado a la visión de la plantilla ante la frenética irrupción del esloveno. Así, el head coach habría aflojado la correa, modificado su estilo de entrenamiento y abrazado un ambiente menos tenso. La grandeza de Doncic obligó a Carlisle a considerar la política cambiante que se avecinaba. De hecho, el técnico ya había tenido bastante fricción en el pasado con jugadores clave como Jason Kidd o Rajon Rondo. Las tiranteces del primero se solventarían tras la intervención de los entonces asistentes Terry Stotts, Dwane Casey y Tim Grgurich, tras lo cual llegaría aquel anillo de 2011. En el caso de Rondo, la historia no tuvo final feliz.
No obstante, quizá sea necesario echar el lazo a la magnitud de este artículo. El mismo recoge que su relación con los Mavericks es buena en términos generales y que no se halla en un punto crítico. Pero sí, quizá, en esa línea de actuación en la que se pueden corregir situaciones que terminen derivando en males mayores. Y así lo han trasladado a The Athletic «fuentes internas del equipo.»
Esas preocupaciones se condensarán principalmente en Cuban y las decisiones que tome al respecto sobre quién confía y otorga poder dentro del organigrama de la franquicia. Ahora que tienen entre manos a un jugador capaz de marcar una época, en los Mavericks y en la NBA, en Dallas no pueden permitirse el lujo de deteriorar las relaciones internas y colocar más piedras en su propio camino.
(Fotografía de portada de Tom Pennington/Getty Images)