Superadas las reticencias de Cleveland para cerrar el traspaso con Boston a causa del estado físico de Isaiah Thomas, ahora queda por conocer con exactitud en qué momento podrán contar con su nuevo base.
Hace semanas, incluso antes de que saltase el primer rumor sobre el intercambio, desde los Celtics señalaban que estaba en el aire que pudiese hacer la pretemporada. Ese informe, optimista sin duda respecto al miedo creciente de los Cavaliers, puede estar muy lejos de la realidad; tanto es así que desde The Athletic señalan que podríamos estar hablando de una ausencia que se prolongase hasta el descanso del All-Star.
Según el citado medio, el hecho de que nadie quiera poner un calendario para el regreso de Thomas no es buena señal, afirmación que refuerzan con la opinión de un especialista en problemas de cadera, quien asegura que la dolencia que sufre el base podría tenerle en el dique seco hasta enero, o incluso hasta el All-Star.
Si así fuese, el problema no estaría en tenerle en perfectas condiciones para el momento decisivo de la temporada, ya que en abril, cuando dan inicio los playoffs, sería el de siempre a nivel físico. Las dudas aparecen cuando se trata de saber si en esos dos meses (febrero y marzo) será capaz de crear la química suficiente con su nuevo equipo.
Toca esperar
En un traspaso definido por no pocos como win-win, aún es pronto para ser tajantes respecto a quién saldrá beneficiado a largo plazo. Las ventajas y desventajas para ambos ya las enumeramos, pero claro está que si la baja de Thomas se alarga demasiado en el tiempo, el primer golpe de victoria lo habrán dado los Celtics.