Su visión de asunto es que se encontraba en una posición claramente desfavorecida dentro del panorama macroeconómico actual; por eso, el pasado mes de mayo, Will Barton comunicaba a su equipo, los Denver Nuggets, que tenía pensado convertirse en agente libre sin restricciones en 2018, en busca de un contrato equitativo: justo con su rendimiento y acorde la crematística liguera.
Rendimiento ≠ Nómina
Porque durante estos últimos años, el escolta ha sido un auténtico chollo. En julio de 2015 firmaba un acuerdo por 3 años y 10,6 millones de dólares; en el curso 2017/18 cobrará 5,53 millones, mientras homólogos suyos —pongamos Allen Crabbe o Kent Bazemore— han cerrado acuerdos por entre 70 y 75 millones las cuatro temporadas.
Barton —26 años— viene de promediar 13,7 puntos, 4,3 rebotes, 3,4 asistencias y un 37% en triples en 28,4 minutos. Una hoja estadística que, entiende el jugador, debe traducirse en una mayor densidad en su cuenta corriente.
La fecha límite para negociar una extensión de contrato con los Nuggets, antes de que emboque irremisiblemente a la agencia libre, no será hasta el próximo y lejano 30 de junio. Sin embargo, fuentes del periodista Chris Haynes de ESPN, señalan que jugador y franquicia están ya sumidos en negociaciones.
Un cambio de rumbo inesperado ya que, en un principio, lo máximo a lo que podría aspirar el jugador en dicha extensión sería a unos 40 millones en cuatro temporadas.