Después de esfumarse las aspiraciones de playoffs de los New Orleans Pelicans, Zion Williamson ha decidido pasar página y concentrarse en mejorar su juego y su cuerpo de cara a la próxima temporada. El peso del número uno del draft de 2019, cercano a los 130 kilos, ha sido el principal tema de discusión y controversia sobre su figura ya desde su breve estancia en la Universidad de Duke. Una vez que regresó a la burbuja tras una emergencia médica familiar, su peso y acondicionamiento han vuelto a estar en primera línea de fuego mediático.
No obstante, el finalista al premio al Rookie del Año ha declarado que no presta atención a las críticas recibidas sobre su peso y que solo hace caso a las opiniones de su círculo cercano y equipo médico. «Todos tienen derecho a tener su propia opinión», afirmó Williamson en unas palabras recogidas por ESPN. «Pero yo me voy a ceñir a las opiniones de las personas más cercanas a mí. Hablaré con mis entrenadores y veré qué necesito para mejorar desde su punto de vista. Simplemente trabajaré en cada faceta de mi juego y llevaré mi cuerpo a donde deba estar.»
La temporada ha sido una montaña rusa para Zion, quien no disputará el último partido de su equipo en la burbuja ante Orlando. Se perdió el primer tramo del curso a causa de una lesión de rodilla, poco a poco logró a abrazar cierta estabilidad tras su regreso y tuvo que afrontar una nueva restricción de minutos en Disney World.
«Hubo algunos momentos difíciles en los que solo estaba tratando de coger el ritmo», continuó el de Carolina del Norte. «Es parte del juego y de la recuperación de una lesión. Siento que los entrenadores y el personal lo han manejado muy bien. Así que estoy agradecido por el simple hecho de haber podido jugar un minuto en la NBA.»
En un total de 24 partidos, Williamson ha promediado 22,5 puntos, 6,3 rebotes y 2,1 asistencias con un acierto en tiros de campo del 58,3%. Según datos de ESPN Stats, es el segundo novato capaz de registrar 20 puntos por encuentro y un 55% en tiros tras Shaquille O’Neal.
Respecto a la decepción por no disputar los playoffs, Zion quiso recalcar que se trata un paso más dentro del largo aprendizaje que supone jugar en la NBA. «Podemos sufrir un par de golpes y de decepciones más, pero siento que la química va a ser mucho mejor. Si seguimos construyendo eso y nos divertimos por el camino, estaremos bien. Creo que nuestro futuro es brillante. Pero tenemos que trabajar para ello.»
(Fotografía de portada de Ashley Landis-Pool/Getty Images)