Demasiado tiempo había pasado sin que la NBA o los Clippers decidiesen sobre el futuro inmediato de Blake Griffin. Exactamente dos semanas han transcurrido desde que se conoció que Griffin se rompió la mano golpeando a un utillero hasta que los Clippers han comunicado su decisión.
Según ha anunciado la franquicia angelina en un comunicado de prensa, Griffin ha sido suspendido por cuatro partidos sin sueldo al que se le añade un partido más de multa por el lamentable hecho que protagonizó a finales de enero en Toronto.
El comunicado, firmado por Steve Ballmer y Doc Rivers —propietario y entrenador respectivamente—, afirma que los Clippers donarán el importe de la multa y el sueldo de los cuatro partidos a obras de caridad que ayuden a jóvenes en problemas en Los Ángeles. Además, por petición propia de Griffin, el jugador colaborará con su propio tiempo en dichas acciones.
Arrepentido
El texto de los Clippers también anuncia que Griffin entiende que su conducta «no tiene cabida en la organización» y que «Blake está arrepentido y ha pedido perdón por sus actos». Como parte del deseado regreso a la normalidad por todas las partes, Griffin comenzará a aparecer de nuevo en actos y acudirá a los partidos tras pasar prácticamente 15 días apartado del equipo.
«Para nuestro equipo y organización, es momento de seguir adelante con lo que empieza hoy y terminará cuando tengamos a Blake de vuelta en la pista», concluye el comunicado.