Chris Bosh se perderá el resto de la temporada debido a un coágulo en uno de sus pulmones según ha informado Miami Heat mediante un comunicado de prensa emitido el sábado.
Bosh permanecía ingresado en un hospital de Miami desde hace varios días y se sospechaba que podía estar aquejado de este grave problema físico que en algunos casos, si la enfermedad no es tratada a tiempo, puede llevar al paciente a la muerte, como sucedió esta misma semana con el exjugador Jerome Kersey.
Los Heat quisieron tranquilizar a todos al confirmar que Bosh «está recibiendo tratamiento bajo la dirección de los médicos de Miami Heat» en el hospital y que «su pronóstico es bueno». El ala-pívot subió una foto a su cuenta de Instagram en la que se le ve en la cama del hospital sonriente y agradeciendo a todos los «mensajes, amor y apoyo» según el mismo escribió. «Me ha ayudado mucho en este duro proceso», añadió.
Un largo camino hasta la vuelta
Una dolencia de este tipo supone que el paciente tenga una actividad física muy limitada durante los 6 primeros meses debido a la medicación utilizada, por lo que Bosh evidentemente está descartado para el resto de la temporada y no se puede garantizar que esté listo para el inicio de la siguiente.
«No estamos ni pensando en su vuelta ahora mismo», dijo Erik Spoelstra. «Lo más importante es que se recupere. Ya haremos un plan cuando vayamos teniendo más información».
En la NBA los casos más recientes de coágulos pulmonares fueron los sufridos por Mirza Teletovic hace escasas semanas y Anderson Varejao dos años atrás.
Bosh comenzó a encontrarse mal esta semana estando de vacaciones en Haiti con familia y amigos, entre los que se encontraba Dwyane Wade. A su regreso a Miami fue cuando acudió al médico para ver qué es lo que ocurría. «No se encontraba bien durante estos días», explicó Wade.
Tras haber firmado un contrato de cinco temporadas y 118 millones de dólares el pasado verano, Bosh estaba promediando 21,1 puntos y 7 rebotes por partido esta campaña.