Karl-Anthony Towns, ‘Mejor novato del año’ sin discusión

También en este caso se ha impuesto la lógica y el sentido común. No había ningún motivo para que nadie se saliera del guión a la hora de votar al MVP, y tampoco lo había para obrar distinto en la cazuela de los novatos.

Karl-Anthony Towns, jugador de los Minnesota Timberwolves, ha sido nombrado, por unanimidad, ‘Mejor novato del año’; nadie, ninguno de los acreditados, ha pensado que lo merecía otro. «Porqués» hay para llenar un país pequeño. La temporada del rookie ha sido excepcional. La temporada del dominicano ha sido de todo menos la propia de un jugador de primer año.

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Un año numéricamente brutal

El pívot ha arrasado con los 130 votos por varios motivos. Desde la fría perspectiva numérica, ya cobra sentido el consenso;  18,3 puntos, 10,5 rebotes, 2 asistencias, 1,7 tapones y 0,7 robos. A ello sumar sus porcentajes: 81,1% desde el tiro libre, 54% en tiros de campo y del 34% en triples; una barbaridad.

El ‘rookie wall‘ fue apenas una veleidad, y su gran baloncesto una constante durante los 82 partidos —pues los ha disputado todos— y sus 32 minutos de promedio en cancha.

El número uno del draft no ha podido decepcionar menos. Largamente discutido fue su oro en el podium por delante de D’Angelo Russell o el otro pívot dominante, Jahlil Okafor. Las oficinas de los Wolves han demostrado que acertaron de lleno. Que, si las lesiones se mantienen mudas, tienen jugador franquicia para rato.

Como decíamos, ha jugado absolutamente todo y además lo ha hecho partiendo siempre desde la titularidad. Algo solamente hecho por otros seis jugadores. Los otros son Mason Plumlee y Al-Farouq Aminu, James Harden, Al Horford  y Robin Lopez.

Más datos. Su nula timidez estadística a pesar de su edad —20 años— lo deja como el jugador más joven que logra 30 puntos y 10 rebotes en un partido (ante los Jazz, 30+12) desde que lo hiciera Kevin Durant.

Su facilidad para ver aro ha ido de menos —si es que se puede decir menos— a más. Sólo se ha quedado en nueve partidos por debajo de los dobles dígitos, sumando un total 51 doble-dobles, la mejor cifra de la liga solo por detrás de piezas consolidadas como Andre Drummond (66) y Russell Westbrook (54). Bárbaro. Incluso ha tenido el descaro de empequeñecer a toda la aristocracia liguera siendo ‘Jugador de la semana en el Oeste’ en una ocasión.

Abanico de cualidades

Y en cuanto el apartado no numérico, en cuanto a todo lo demás; por donde empezar. Su movilidad y agilidad es inversamente proporcional a su altura y a su número de calzado. Elegancia a un lado, sus recursos, en todas sus extremidades, son excepcionales. En la pintura busca el hueco y a menudo lo encuentra con un gran nuevo de pies. Amagos, bandejas con ambas manos, mates descomunales y capacidad para pasar el balón. Resulta complicado hallarle la flaqueza.

Y si nos alejamos de la pintura más de lo mismo. El pick & pop ha sido un ritual con Ricky Rubio a lo largo de toda la temporada, siendo un arma muy confiable desde 5-6 metros. Poco a poco se ha ido animando unos pasitos más allá, hasta 7,25, donde ha demostrado que tampoco se le puede dejar de puntear.

Y todo lo dicho en ataque, se cumple idénticamente en el apartado defensivo. Sólo le falta de apaciguar su temperamento y regular su torrente de intensidad para evitar cometer tantas faltas de manera temprana. Algo que se consigue, sencillamente, con años y experiencia.

Porzingis, su mayor competidor

El letón, la mentira del draft, el jugador más abucheado en la ceremonia de selección, ha sido el único, verdadero y magnífico rival que ha tenido Towns en la carrera por ser el mejor novato del año. Kristaps Porzingis cierra el curso con 14,3 puntos y 7,3 rebotes de media para ser  la mejor noticia de los New York Knicks de la temporada.

Sus otros rivales

Tras el power forward del Madison ha quedado otro jugador interior. El jugador serbio de los Denver Nuggets, Nikola Jokic (10 puntos y 7 rebotes), número 41 del Draft 2014 pero que se estrenaba este año en la NBA. Es decir, tres jugadores no americanos copan los tres primeros puestos. Algo que no había sucedido jamás.

Devin Booker (13,8 puntos y 2,6 asistencias) aparece como el primer norteamericano. El jugador de los Suns se reveló a mitad de curso como el oasis de una franquicia sumida en la más profunda sequía. Su muñeca sin duda tendrá un hueco en la élite de la liga.

Ya en quinto lugar aparece el talentoso center de los 76ers, a quien sin duda han perjudicado en esta clasificación todos los percances extradeportivos y los problemas físicos del último tramo de la temporada. Okafor, al menos, refleja buenos números individuales: 17,5 puntos y 7 rebotes.

Russell (13,2 puntos y 3,3 asistencias), una de las esperanzas de los Lakers y que ha ido en línea ascendente y ganando en confianza, se ha de conformar con un punto merced a una sola 3ª mención.

De las votaciones obtenemos otro dato interesante y, a la par, habitual. Entre los votados, solo Myles Turner y Justise Winslow han experimentado ya lo que es jugar unos Playoffs, quedándose todos los demás (excepto Mudiay) con campañas muy serias en lo singular pero bastante lejos de ser exitosas en lo colectivo.

Pocos novatos, por muy válidos que puedan ser, y Towns incluido (29-53), son capaces de tener un impacto tan inmediato en su franquicia como para convertirla, de la noche a la mañana, en una máquina de ganar. Lo que sí parece seguro, es que esta camada tiene un buen puñado de miembros que, en la próxima década, darán grandes titulares y mucho de qué hablar.


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