El traspaso de Kyrie Irving el pasado martes parecía poner punto y final a uno de los dos grandes culebrones del verano, pero la exploración física de Isaiah Thomas no ha hecho sino avivarlo.
Según pudo saberse el viernes, el examen físico al que fue sometido Isaiah Thomas en Cleveland para determinar el estado de su lesión en la cadera dejó un sentimiento de preocupación a miembros de los Cavs. Los de Ohio sabían que Thomas estaba lesionado, pero la incapacidad de poder determinar cuándo podrá volver a la pista hizo que en Cleveland volviesen a replantearse las cosas. Ahora ya sabemos cómo.
De acuerdo a la información que maneja ESPN, los Cavs buscan una pieza adicional al acuerdo de traspaso ya acordado días atrás. No está claro si ambos equipos se han sentado a negociar nuevamente o simplemente ha habido comunicaciones informales, pero la información que se filtra desde Cleveland es que los Cavs podría anular el traspaso acordado si no se incluye alguna modificación al acuerdo original. Cavaliers y Celtics acordaron intercambiar a Kyrie Irving por los derechos de Isaiah Thomas, Jae Crowder, Ante Zizic y la primera ronda del Draft 2018 de Brooklyn Nets.
Contra reloj
ESPN asegura que la límite para programar los exámenes físicos a los jugadores envueltos en el traspaso es el próximo miércoles a las 10:00 (16:00 en España) y un día más, el jueves a las 10:00, para que dichas pruebas hayan sido completadas satisfactoriamente. También está la opción de que si hubiese acuerdo entre ambos equipos esta fecha límite podría extenderse unos días más.
Lo que podría venir a partir de ahora es una nueva negociación con ambos lados defendiendo sus posturas, ya que la anulación del traspaso podría desembocar en una situación realmente incómoda para las dos franquicias.
La posición de Cleveland podría ser la de tratar de hacer fuerte su tesis de que Boston no expuso de forma clara el estado físico de Thomas ni cuándo sería la fecha en la que podría volver a jugar, algo que en Cleveland urge ya que éste podría ser el último año de LeBron James en Ohio. Por su parte, los Celtics insistirían en su transparencia a la hora de negociar informando en todo momento de la situación física de su, hasta entonces, base. Incluso Danny Ainge, en una entrevista con varios medios tras confirmarse el fichaje, reconoció que el estado físico de Thomas tuvo que ver a la hora de negociar.
Lo que se podría ganar en Cleveland…
Todo hace indicar que los Cavs podrían utilizar esta situación de espera para tratar de conseguir alguna futura ronda del Draft adicional a la ya acordada, sin duda una de las más valiosas de cuantas rondas se han traspasado en la NBA en los últimos años. Se espera que Brooklyn sea uno de los peores equipos de la temporada el próximo curso y por tanto esa elección sea alta.
Dando por hecho que los verdes han renunciado a incluir a Jayson Tatum en las negociaciones desde el primer momento, los Cavs buscarán pescar en el tesoro de elecciones que Danny Ainge adquirió gracias a negociaciones pasadas.
Los Celtics poseen todas sus elecciones futuras de primera ronda además de varias primeras rondas adicionales en los próximos tres años como la de Lakers en 2018 (si cae entre los puestos 2 y 5); la de Philadelphia o Sacramento en 2019 (si cae entre los puestos 2 y 30) y la de Lakers de 2018 no se pudiese haber convertido; la de Memphis de 2019 (si cae entre los puestos 9 y 30); la de Clippers en 2019 o 2020 vía Memphis (la primera que caiga entre los puestos 15 y 30); y la de Memphis en 2020 (si cae entre los puestos 7 y 30) si la de 2019 no se hubiese convertido. Todo ello sin contar las elecciones de segunda ronda propias y de otros equipos que también controla Boston.
Y lo que podrían perder ambos equipos
Pero sin duda otro elemento importante de esta posible nueva negociación es lo mucho que perderían ambos equipos si finalmente el traspaso se fuese al traste. Los Cavs tendrían complicado encontrar un paquete como el que Boston puso encima de la mesa, formado por un base All-Star, un alero muy valorado, un pívot de futuro y la comentada primera ronda de Brooklyn. Irving no quiere volver a jugar en Cleveland y la opción de mantenerle en la plantilla parece descartada, por lo que los Cavs deberían volver a negociar con el resto de equipos de la NBA con serias dudas de conseguir un paquete tan completo.
Tal vez la opción menos mala para ellos sería enviar a Irving al Oeste a cambio de un paquete de jugadores y rondas del Draft peor que el de Boston, pero al menos no reforzando directamente al máximo rival del Este, algo a lo que los Cavs accedieron inicialmente solo por lo mucho que los Celtics ofrecían.
Por parte de Boston la situación sería igual o peor. Thomas ha quedado bastante tocado anímicamente por el traspaso. El base puso todo su corazón en los Celtics y deseaba conseguir un contrato a largo plazo con la franquicia de Massachusetts, pero sus dirigentes decidieron que el futuro de los Celtics sería mejor sin él entre sus filas. El cómo respondería Thomas si en unos días siguiese siendo jugador de Boston está por ver. Similar situación sería la de Jae Crowder, jugador temperamental que en diversas ocasiones ha llegado a tener incluso enfrentamientos con aficionados cuando ha visto como se alababa a jugadores rivales (Kevin Durant y Gordon Hayward) que pudiesen ser fichados por Boston más adelante.