«Había mala sangre desde hacía mucho tiempo. Ellos pelean por la misma posición. He visto eso muchísimas veces a lo largo de mi carrera. Odio esas situaciones porque al final tienes que volver al trabajo y nadie gana: ni jugadores, ni seguidores, ni la franquicia». Scottie Pippen al habla —en el programa The Jump, de ESPN— sobre el altercado entre Nikola Mirotic y Bobby Portis por el que el primero, tras un par de golpes directos en la cara de su compañero de equipo y pintura, tendrá que estar de cuatro a seis semanas de baja.
Como pudo saber nbamaniacs de primera mano, la versión que el entorno de Mirotic ofrece sobre los hechos hablaba de dos puñetazos en la cara prácticamente sin que el ala-pívot hispano-montenegrino pudiera darse ni cuenta de los impactos. Después de analizar toda la situación, Chicago Bulls decidió sancionar a Portis con ocho partidos de suspensión.
Pippen ya vivió una situación similar, cuando en la época dorada de Chicago, los anillos, los threepeat… Michael Jordan dio un mandoble a Steve Kerr en pleno ojo. También lo vivió en los conocidos como Portland Jail Blazers, de los que Pippen fue parte algo más pasiva. «Recuerdo una tangana entre Qyntel Woods y Ruben Patterson, pero todo cambió porque Woods era amigo cercano de Zach Randolph y entonces éste golpeó a Patterson en la cara y le rompió varios huesos», contaba Pippen.