No ha sentado nada bien en Houston salir vapuleados en su primera visita a Golden State. Con 1-1 en la eliminatoria, los de Texas viajaban a Oakland con la intención de demostrar que pueden destronar al actual rey de la Conferencia Oeste. No solo no lo consiguieron, sino que se vieron sobrepasados hasta encajar una paliza que se mide por 41 puntos de diferencia.
Nada más acabar el encuentro, James Harden comentaba que habían sido demasiado blandos, una opinión que compartía su entrenador, Mike D’Antoni. Tampoco discrepa con esa apreciación Chris Paul, quien cree que dieron demasiado aire a su rival desde el primer minuto.
«El entrenador tiene razón. Debemos ser mejores. Tenemos que salir más agresivos. Dejamos que ellos nos golpeasen primero, ¿sabes a qué me refiero? Ellos ejecutaban tranquilamente sus bloqueos y cosas así. Sabemos que estamos en nuestra mejor situación cuando jugamos en transición. Esta noche recogimos el balón de la red demasiadas veces. Y perdimos el balón 19 veces, que no es algo habitual en nosotros», expresa.
¿Segunda reacción?
Houston ya tuvo que levantar el ánimo tras perder en el primer partido de las Finales de Conferencia. En aquel momento, y ante la posibilidad de verse abajo con un duro 2-0, supo apretar los dientes e imponer su ley. ¿Podrá repetirlo? Complicado. Talento y argumentos tienen para ello, pero el hecho de tener que conseguirlo en el Oracle Arena, donde los Warriors han batido el record de triunfos consecutivos en playoffs como local, supone un gran pero a sus aspiraciones. Lo que es seguro es que darán más guerra que el ‘Game 3’.
