Han sido momentos de incertidumbre en la NBA. Pese a que todos sabemos que hoy se reanudan los partidos, durante muchas horas del miércoles y el jueves –exactamente desde que Milwaukee se negó a jugar hasta que se acordó seguir disputando los playoffs– no faltaron las dudas y la preocupación respecto a una situación que de haber tomado otro camino, el de la cancelación de la temporada, hubiese tenido unas consecuencias incalculables para la competición norteamericana.
Finalmente todo se calmó. Aunque el sentimiento de frustración ante los casos de abuso policial con sesgo racista continúa latiendo en la burbuja de Orlando, los jugadores terminaron por entender que lo más oportuno era seguir jugando y usar todos los medios a su alcance para transmitir el mensaje que desean. Los propietarios refrendaron su compromiso con la causa y la NBA ha asegurado que formará parte fundamental de nuevas acciones para luchar por la justicia social. Sí, desconocemos hasta qué punto lo que hagan surtirá efecto, pero el deseo en que así sea no faltará.
Pese a que todo ha terminado ‘bien’ –cuando mueren personas injustificadamente es mucho decir–, quedaban ciertas dudas sobre por qué algunos jugadores no querían continuar con el curso (caso de LeBron) así como por qué al final se acordó concluir los playoffs. Sobre este aspecto ha sido cuestionado C.J. McCollum de Portland Trail Blazers. He aquí su explicación, la cual basa en el mensaje que envían con sus acciones a las nuevas generaciones.
«Siento que tenemos la responsabilidad y la obligación de hacer uso de esta plataforma, de aprovechar nuestra situación como jugadores de la NBA. Además, debemos continuar impulsando este juego para la próxima generación y servir de inspiración a los niños de nuestros vecindarios», recalca en declaraciones a Aaron Fentress de The Oregonian.
Claro está que cada jugador tiene sus motivos para seguir adelante. El escolta de Portland entiende que hacerlo es un buen ejemplo para los jóvenes que irán llegando tras la actual camada de jugadores NBA. Puede tener razón. Lo es que indudable es el compromiso de la Liga con la justicia social. Pueden no tener la llave para solucionar un problema tan arraigado, obvio, pero dar ejemplo y trabajar por ello no hará otra cosa que repercutir positivamente en el futuro.
(Fotografía de Kim Klement-Pool/Getty Images)