Tanto New York Knicks como sus vecinos Brooklyn Nets están expectantes sobre el futuro de Zach LaVine en Chicago Bulls. A pesar de la llegada de Arturas Karnisovas como nuevo dirigente al mando, el escolta podría reclamar su salida si no le rodean del talento suficiente, de acuerdo a fuentes cercanas a la franquicia de la Windy City.
Si finalmente el escolta confirma su deseo, ambos conjuntos de la Gran Manzana han mostrado un gran interés en lograr sus servicios. A los Knicks se les ha relacionado por el pasado de Leon Rose y la agencia de representación CAA. Y a los Nets porque buscan una tercera estrella junto a Kevin Durant y Kyrie Irving, aunque también ha sobado para éstos Bradley Beal de Washington Wizards.
LaVine promedió en la pasada temporada 25,5 puntos, 4,8 rebotes, 4,2 asistencias y 1,5 robos con un 49,7% en tiros de campo y un 38% en triples.
Sea como fuere, quedan prácticamente descartados los otros objetivos de los Knickerbockers, tales como Devin Booker, de Phoenix Suns; y Donovan Mitchell, de Utah Jazz. Por ambos se había relacionado una posible operación a gran escala.
Booker, quien todavía posee 4 años más de contrato, puede estar bastante satisfecho con los suyos, el mejor equipo de la burbuja NBA y con un futuro prometedor junto a Rubio, Ayton, Bridges y Oubre. ¿Por qué reclamar una salida ahora?
Por su parte, tanto Mitchell como los Jazz han acordado sellar una extensión de contrato por el máximo salarial permitido, es decir; 5 años y 170 millones de dólares aproximadamente, tal como informaba Yahoo! Sports.
¿Qué podrían ofrecer?
Los Knicks cuentan con siete elecciones de primera ronda en los cuatro próximos sorteos del Draft, y cierto bloque de jóvenes jugadores que pueden ser interesantes: Kevin Knox, Dennis Smith Jr. o Frank Ntilikina.
Por su parte, los Nets tienen en su haber un selecto grupo de notables jugadores que podrían reforzar cualquier plantilla de la NBA: Spencer Dinwiddie, Caris LeVert y Jarrett Allen.
(Fotografía de portada: Elsa/Getty Images)
