A sus 23 años, Brandon Ingram se ha convertido en una de las caras más reconocidas de la NBA. Después de ser nombrado como el Jugador Más Mejorado de la temporada 2019-2020 y ser reconocido con el MVP de la primera semana del curso 2020-2021, podemos decir sin ningún ápice de duda que el de Carolina del Norte ya es toda una estrella. No obstante, desde que fuera seleccionado en el pick 2 del draft siempre hubo una gran cantidad de dudas respecto a su figura. Sobre todo en sus tres años en los Lakers. Al parecer, el hecho de aterrizar en la Liga en un mercado tan grande y sobre el que había tanta presión no lo beneficio en absoluto.
Como se ha demostrado en este último año y medio, Ingram se siente más a gusto liderando un proyecto joven, con progresión y sin presión por ganar. Con menos focos y con un trato más personal y directo, los Pelicans explotaron la personalidad de un joven jugador que ha terminado por convertirse en la estrella del equipo. Un vestuario en el que la química es el pilar de todo. Y justo fue en el podcast de su compañero y amigo J.J. Redick en el que habló al respecto, dejando claro lo incómodo que fue llegar a Los Angeles en su primera experiencia profesional, y todo el revuelo que eso tuvo.
«Me sentí muy incómodo. Era diferente. No sabía en qué me estaba metiendo en realidad. Fue como si el mundo se acabara cuando ibas a los Lakers. Mis redes sociales comenzaron a explotar. Estaba en las redes sociales, pero luego tuve que dar un paso hacia la realidad. Entro en mi primer partido, todos saben quién soy en Los Ángeles. Fue totalmente diferente. Es diferente cuando se trata del amor de los Lakers. Vosotros sabéis que puedes centrarte en el baloncesto o puedes centrarte en todo lo que hay a tu alrededor en Los Ángeles. Para mí era importante concentrarme únicamente en el baloncesto», agregó el All-Star.
Una reacción lógica, teniendo en cuenta que se ha criado en un entorno más familiar y discreto viviendo en un pueblo de menos de 20.000 habitantes. Los mercados grandes son realmente difíciles de gestionar para jugadores tan jóvenes, y como dice el propio Ingram, muchos se pierden en otro tipo de distracciones. Ahora, con los pies en el suelo, en su primera temporada fuera de California ha logrado su año con mejor promedio en puntos, asistencias, rebotes y tiros de tres. Lo que le ha hecho querer formar parte de la organización de Louisiana durante mucho tiempo, renovando por cinco temporadas.
(Fotografía de portada de Katelyn Mulcahy/Getty Images)