Durante la jornada de ayer un jurado de Minnesota decretó a Derek Chauvin, entre otros cargos penales, culpable del asesinato de George Floyd. El hecho juzgado no es otro que la infame escena donde el policía condenado aplastaba su rodilla sobre el cuello de Floyd hasta asfixiarlo. La cual se ha convertido en icono de la lucha contra el abuso policial —y discriminación general— hacia las comunidades afroamericanas. El mencionado veredicto ha sido seguido con interés alrededor de toda la nación estadounidense, y el entorno NBA no ha sido menos.
Los movimientos y protestas que protagonizaron los jugadores y equipos de la liga ante este y casos posteriores ya son historia del deporte. Nunca antes una reivindicación social se había llevado tan a pie de pista como la protagonizada el verano pasado por los jugadores de la liga durante su aislamiento en Orlando. No son de extrañar pues las reacciones que han surgido tras una resolución celebrada de forma unánime.
Estrellas de la liga, periodistas ligados a ella o instituciones deportivas. Todos ellos se han lanzado a mostrar su alegría por el veredicto. Lebron James, Karl Anthony-Towns o Magic Johnson apelaban a la justicia, mientras que otros como Jamal Murray se congratulaban por recibir al fin buenas noticias. Pero si esto es consenso, también lo es la consigna que clama el trabajo que queda por hacer para eliminar los casos de violencia y racismo contra la población negra en Estados Unidos —y, por extensión, el mundo—.
La jornada de ayer deja muchos discursos a este respecto, pues era el tema central en las ruedas de prensa postpartido. Una de las más interesantes fue la pronunciada por CJ McCollum. «Gracias a la tecnología de grabación se ha podido ver la escena en 4K. Era casi imposible un veredicto distinto. Creo que hay que ir más allá, porque hay miles de casos en los que no existe grabación y se convierte en una entre el ‘él dijo’, ‘ella dijo’ en la que el policía siempre sale impune». El jugador de los Blazers decía haber tenido que «tomar cierta distancia» con el tema porque aún le resultaba desagradable.
En el mismo sentido hablaba Stan Van Gundy tras el encuentro de sus Pelicans. «Se ha hecho justicia, pero es difícil celebrarla porque no nos va a devolver a George Floyd. Es difícil de celebrar porque ha habido otros casos iguales desde que este sucedió y te preguntas si de verdad va a cambiar algo». También se unió a la conjura Steve Nash «Es agridulce. Puede servir como símbolo de esperanza para el futuro, pero sigue habiendo gente perdiendo sus vidas injustamente. Creo que las acciones de NBA y WNBA han logrado crear un impacto».
(Fotografía de portada de Kevin C. Cox/Getty Images)