¿Ha sido James Harden la mayor decepción a título individual de los presentes playoffs? Puede ser. En el tiempo que ha estado en Philadelphia, ciñéndonos a la regular season, no estuvo demasiado mal; es más, era fácil pensar que no estaba forzando de cara a llegar a la postemporada en plena forma. Pues bien, no solo no ha sido así, sino que llegado el momento de la verdad ha pasado de puntillas.
Podemos decir sin miedo a equivocarnos que han sido sus peores playoffs desde que llegase a Houston en 2012. Es la primera vez desde entonces que no alcanza los 20 puntos por noche al quedarse en 19,3, y ha estado en un 40,3 por ciento en tiros de campo, su peor marca desde 2014. Respecto a su capacidad anotadora, cierto es que la campaña pasada ya estuvo en 20,2 puntos de promedio, pero recordemos que contra los Bucks jugó literalmente cojo. En esta ocasión, sin problemas físicos conocidos, se esperaba mucho más.
Esa es tanto la sensación generalizada como la que tienen en Philadelphia. El jefe en los 76ers, Joel Embiid, no se ha mordido la lengua a la hora de evaluar el rendimiento de su compañero. El center admite que cuando aterrizó en el equipos todos creían que contarían con otra versión de La Barba.
«Obviamente, estoy seguro de que desde que nos hicimos con sus servicios todos esperaban al James Harden de Houston, pero ya no es él. Es más un creador de juego. Pensé, a veces, como todos nosotros, que podría haber sido más agresivo», comenta a los medios tras caer eliminados ante Miami por 4-2.
Lo cierto es que el sexto partido frente a los Heat ha sido especialmente sangrante. 11 puntos y 9 asistencias es un rendimiento muy pobre para el único MVP que había sobre la pista. Harden no logró una sola canasta en la segunda parte, realizando únicamente dos tiros de campo. Es una manera muy dura de cerrar la temporada cuando ya se habla de la opción de que la organización de Pensilvania le ofrezca renovar por menos del máximo salarial.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)